Interpol Turn On the Bright Lights Lunes, 27 de Mayo de 2024 2002. Matador En un concierto existen momentos que siempre quedarán grabados en nuestra memoria. Puede ser la primera vez que escuchas tu canción favorita o aquella que no tocaban hace años, la uñeta que atrapaste, el desenfreno de estar en cancha, y muchos más que vuelven interminable la lista. Pero también están esas canciones que con solo un acorde logran transportarnos a aquella inolvidable experiencia, 'Untitled' representa ese momento. Cada vez que escucho esos riffs al unísono cargados de Delay, junto a la batería y el bajo que entran con impecable sutileza, me transporto a aquella presentación del 2019 que dieron en el Caupolicán. Una noche inolvidable, llena de luces y un aura atrapante en cada una de sus canciones. Donde Paul Banks nos daba una elegante bienvenida con su característica voz y aquellos “surprise, sometimes, will come around”. Sorprende además cómo crea una atmósfera que nos lleva a esa Nueva York melancólica de principios de los 2000’s, mientras poco a poco va tiñéndola sutilmente de esperanza. Las guitarras pasan como luces a través de las ventanas del auto que transita de noche por las desoladas calles de esa ciudad que vio nacer a la banda. Es una pieza que va más allá de ser la introducción al “Turn On The Bright Lights” o una mera tradición para abrir sus conciertos. Se trata de una forma de presentarse a ellos mismo, de decirnos “este es nuestro sonido, esto es Interpol”. Nueva York se convertiría en uno de los lugares más importantes para la escena alternativa, pero sobre todo para el renacimiento de géneros como el Post-Punk y el Garage Rock. Las nuevas reglas de la reinterpretación de estos géneros eran impuestas por The Strokes y The National, quienes, casi en simultáneo, iniciaban esta nueva ola. Sus propuestas eran frescas y contundentes, pero aún quedaba mucho por descubrir. Fue un 25 de abril de 2001, cuando John Peel le daba la oportunidad a unos jóvenes Daniel Kessler, Paul Banks, Carlos Denger y Sam Fogarino para que dieran a conocer un sonido que hasta el momento nadie había explorado. 'Hands Away', 'The New', 'NYC' y 'Obstacle 2' eran melancólicas, atmosféricas, pero sobre todo pausadas. La impecable presentación demostraba el fruto de todo su trabajo, provocando que el sello Matador Records, que los había rechazado en múltiples ocasiones, decidiera arriesgarse con un contrato por dos álbumes. Su largo camino no había hecho más que empezar, pero aún quedaba mucho por descubrir, ya que Interpol sólo había mostrado la punta del iceberg. Con la tonalidad del ya entregada, 'Obstacle 1' entra con uno de los riffs más icónicos del álbum. Aunque las guitarras son las claras protagonistas de Interpol, no hay que perder de vista lo que hace en el fondo el bajo y la batería. Los matices que transmiten las 4 cuerdas de Denger pasan de tonalidades coloridas que resalta el acorde principal a desviarse abruptamente por un sonido profundo y apagado que queda a completa merced de las variaciones de la batería durante el resto de la canción. Escondido en el fondo de la mezcla, aparece por primera vez un teclado que con tonalidades altas deja entrever el punteo constante de las guitarras en los caóticos minutos finales. Este álbum fue grabado para sentirse como una presentación “en vivo”, pero no se trata de cualquier presentación, sino una en aquella Nueva York tan lúgubre, fría y melancólica que describen tanto en la letra de la bella 'NYC' como en cada sonido. Aunque no tenga tantas variaciones o cambios de ritmos, el que se mantenga así no es algo que molesta, ya que la voz de Paul es suficiente para guiarnos a través del reflejo de la vida de esos años. Es una pieza musical que se siente atemporal, ya que logra reflejar el triste panorama que existía tanto antes como después de los atentados de las torres gemelas. Pero no todo es completamente gris o melancólico, ya que 'PDA' entra disruptivamente con un ritmo cargado de Post-Punk en la batería y con el poder suficiente para convertirse en uno de los singles más reconocidos de la banda. En ningún momento baja los compases, y, por el contrario, despega en la parte final donde cada miembro va aportando al punteo principal de la guitarra con su propia reinterpretación de los acordes. Es la primera canción grabada por la banda, que estuvo a punto de no ser incluida en el álbum de no ser por la insistencia del productor Peter Katis. Sin quedarse atrás, 'Say Hello to the Angels' también muestra el reflejo de este nuevo Post-Punk. Desde los constantes ritmos in crescendo que generan una enorme expectativa, pasando por las pausas que le dan protagonismo a la voz, hasta los poderosos quiebres que la vuelven en lo mejor del álbum. Es increíble como la misma base rítmica de la batería en canciones como 'Last Nite' de The Strokes, puede sonar tan distinta en Interpol. Aunque se asemejen en el protagonismo que les dan a las guitarras, estos se diferencian por completo en la cantidad de atmósferas que crean; siendo esta la clave para comprender qué fue lo que los diferenció del resto. Tal y como lo hace 'Hands Away', una especie de interludio que separa la obra en dos partes, dejando la mejor lírica en lo que viene. Es arriesgado incorporar algo tan minimalista y que rompa con las estructuras tradicionales de una canción, pero que a su vez funcione tan bien a la hora de darle espacios a los instrumentos para que sean los protagonistas, para que respiren, o simplemente se expresen. No podemos hablar del “Turn On The Bright Lights On” sin detenernos en la excelente calidad de sus letras. 'Roland' tiene la particularidad de coquetear con la parte más rápida del álbum, pero haciendo las cosas distintas. Las cuerdas que en el fondo imitan sutilmente a las agujas de un reloj, seguidas de cerca por los golpes en los aros metálicos del redoblante, son abruptamente interrumpidas por una voz que actúa de manera alterada y desordenada en lo que cuenta. Para nosotros ya es claro, estamos escuchando la declaración del amigo de un asesino en medio de una carrera contra el tiempo para atraparlo. Ya sea por la fascinación a la filosofía o literatura, Paul Banks muestra un innegable talento como letrista. Aunque si de contar historias se trata, 'Stella was a diver and she was always down', es la que mejor sabe hacerlo con un sinfín de metáforas, simbolismos y sobre todo ambientes sonoros. Aquí se encuentran las letras más profundas del álbum, junto a un mar de sonidos que crea junto a las atmósferas esperanzadoras y melancólicas que tiene a lo largo de la canción. Banks se siente más nostálgica que nunca mientras que las guitarras logran transportarnos a ese azul y triste océano por el que Stella bucea. Con toda la variedad de canciones, no hay ninguna que golpee tan fuerte como 'Obstacle 2'. La disonancia entre la triste voz que nos acompaña desde el primer segundo entre melodías alegres que entran en los momentos precisos, reflejan por completo la situación que presenciamos. Escuchamos como el melancólico pero enamorado personaje que interpreta Paul en su manera de cantar, poco a poco se va quebrando hasta llegar a unos “In my mind, this is my free-time” que simplemente se sienten desgarradores. Es de esas canciones que siempre puede tener una interpretación nueva dependiendo del momento en que nos encontremos. Mientras el bajo nos entrega dulces acordes que dan la tonalidad inicial, los sutiles arreglos de guitarra en 'The New' entran como tristes olas que rozan nuestros pies. Aunque ofrezca más de lo que ya veníamos escuchando, la voz se escucha tímida y contenida en el inicio, pero en los coros pareciera armarse de valor para decir aquello que lo viene aquejando de hace tiempo: el amor se ha acabado y la decisión ya ha sido tomada. Aunque donde realmente brilla esta canción es cuando la letra termina, ya que presenciamos el momento más poderoso de todo el álbum. Estalla de una manera que no necesita ser estruendosa, y en cambio, opta por una catarsis en los acordes que en una constante tonalidad al unísono generan una sensación completamente caótica. Cuando nuestro protagonista logra calmar su mente, la culpa representada en las guitarras vuelve a atormentarlo en los minutos finales cerrando con unos riffs que poco a poco sienten más perturbados. Un retrato del difícil quiebre que ha tenido nuestro protagonista. Pero, así como 'Untitled' servía para darnos una nostálgica bienvenida, Leif Erickson entrega una triste despedida que muestra todos los elementos que hemos visto durante el álbum. El teclado toma un protagonismo más claro en diversas partes de la canción, mientras que la inclusión de un pandero le da un toque especial a la hora de cerrar este impecable debut. Es admirable como Interpol logra darle tanto énfasis a una sola tonalidad durante 4 minutos, y hacer que esto no se sienta para nada aburrido ni desgastado. Resulta difícil ser completamente objetivo para hablar de lo que Interpol consigue en esta obra maestra. Aunque se encasillen en un mismo sonido durante la gran mayoría de sus canciones, es algo que está lejos de molestar, ya que lo hacen con tanta clase, pero sobre todo de una manera tan única y precisa. Es atmosférico y atrapante, logrando retratar una identidad propia ya que cualquier acorde se reconoce fácilmente como uno que pertenece al “Turn On The Bright Lights”, que, a pesar de reflejar una época tan específica, logra crear nuevas sensaciones con el paso del tiempo, transformándose en esas obras que siempre tienen un significado distinto, algún elemento con el que identificarnos, algo nuevo que decir en sus letras o simplemente una nueva melodía de la cual enamorarnos. Pero también es de las que están pensadas para escucharse de principio a fin sin saltarse ninguna canción, como si se tratase de la obra de teatro obscura y rojiza que vemos en su portada. Interpol logra hacer mucho con muy poco, ya que no recurren a complejos compases para crear un sonido lleno de textura y profundidad. Sus composiciones se sienten honestas y sencillas, pero con un minimalismo que está ejecutado con una elegancia envidiable en una obra que es trascendental para la música del nuevo milenio; y al igual que Stella, en una ola le diremos adiós a un álbum que todos deberían escuchar alguna vez en su vida. Aarón Vergara Interpol visitará Chile, celebrando los discos "Turn on the Bright Lights" y "Antics", los días jueves 30 de mayo en el Teatro Municipal de Viña del Mar, y el viernes 31 de mayo en el Teatro Caupolicán. Entradas agotadas. Tags #Interpol #Turn On the Bright Lights #Paul Banks #Matador Records #Daniel Kessler Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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