Incubus
Morning View XXIII
Incubus era una banda de veinteañeros cuando grabaron su cuarto disco, “Morning View”, en 2001. Arrendaron una casa en Malibú, California, específicamente en Morning View Drive, y empezaron a componer y grabar. Compartir una casa no había ocurrido hasta ese momento. Poniendo acento en su amor por el mar y el surf, cosechando además el éxito comercial de su disco anterior, “Make Yourself”, Boyd solicitó que la casa tuviera una salida directa al océano.
Pese a que Epic Records puso ciertas trabas a la idea de que se fueran a vivir a una casa para grabar el disco, por lo caótico que eso pudiera resultar, la banda terminó consiguiéndolo. La idea, según sus propias palabras, era crear un entorno para escribir y grabar. El resultado fue exitoso: 13 canciones con las que se distanciaba ya de manera definitiva del sonido nu metal que abrazaron en el inicio, para decantar en océanos acústicos, con soft rock y metal alternativo como referentes lejanos. El disco, que dejó joyas como 'Wish You Were Here', 'Are You In?' o 'Nice to Know You', fue lanzando en octubre de 2001 y obtuvo buenas críticas y destacados posicionamientos en los listados de la época. En tiempos donde los exponentes del aggro metal empezaban a mostrar agotamiento en su repertorio, Incubus encontraba una cara fresca, delicada y trabajada, liderada por el carisma de Brandon Boyd y por la creatividad del guitarrista Mike Einziger.
Aquella frescura alcanzó para un par de discos más, hasta que la veta rockera se terminó por diluir completamente y la creatividad se empezó a apagar. Con todo, la mística de "Morning View" dejó un recuerdo imborrable en la banda, tanto que en 2021, con Ben Kenney en el bajo, volvieron a la misma casa para grabar una sesión en vivo del disco, transmitida vía streaming. No se pudo realizar una gira por el encierro debido a la pandemia. En 2023 la banda, hoy con Nicole Row en el bajo, anunció que estaba trabajando en la regrabación del álbum, ahora bautizado como "Morning View XXIII". Pero, ¿por qué regrabarlo?
A Rolling Stone, Boyd señaló que la transmisión del 2021 "fue súper divertido y mucha gente pareció disfrutarlo". "La idea era publicarlo como un álbum en vivo. Y estuvimos muy cerca de lograrlo, pero esto era algo que era potencialmente más importante que simplemente decir: 'Aquí sólo somos nosotros tocando, con defectos y todo¿. Pensé: ¿Por qué no hacemos esto lo más jodidamente increíble posible? Volvamos a grabar todo el disco", explicó. Vale decir, la motivación de volver a grabarlo, que nació del cantante, tenía fines conmemorativos. La nueva grabación no supone nuevas versiones de las canciones, salvo uno que otro arreglo estético. Básicamente, las canciones son las mismas. Pero la principal diferencia radica en la voz de Brandon.
El cantante, a la hora de grabar el "Morning View" original tenía 25 años. Hoy tiene 48 y el color de su voz ha cambiado. Parte de ese cambio se debe a una operación a la que se sometió en 2019 para corregir un problema en su tabique nasal. "Comencé a abordar este proyecto con la mentalidad de 'voy a hacer que suene lo más parecido posible al original'. Pero mi voz ha cambiado a lo largo de los años por varias razones", explicó en entrevista con Spin. 'Nice to Know You' ofrece una introducción diferente, más larga y con efectos de guitarra evocativos. Una suerte de apertura que rememora los shows en vivo. Mismas diferencias que se pueden apreciar en la zona del puente. 'Circle' es otra que propone cambios para la parte final, con un riff más lento y pesado.
'Wish You Were Here' es la que plantea más diferencias vocales con su original. En esta la voz de Boyd suena más nasal y con un efecto de reverberación que la hace sonar sobreproducida. Queda como un punto bajo si la comparamos con la original. En la estrofa de 'Just a Phase', Row se une en la línea vocal, regalando un bonito arreglo. Otro cambio se aprecia en ciertos ritmos de batería realizados por el destacado José Pasillas. '11 am' es una de las que se mantiene más cercana a la original.
El disco, aun cuando conserva la épica playera, suena más crudo, como si se tratara de un disco en vivo. En la potente 'Blood on the Ground' esto último se convierte en una virtud, recordando lo mejor de Incubus. Los problemas de sobreproducción en la voz también se presentan en 'Mexico' y especialmente en 'Warning', donde la voz de Boyd suena extremadamente diferente, sobre todo en los primeros 60 segundos. Otro punto bajo.
'Echo' vuelve a poner a Nicole Row en los coros, alcanzando nuevos aires. Para la parte final, la canción encuentra un notable riff melódico. Este es uno de los mejores cortes del disco y tal vez lo que debió haber sido la tónica de todo el proyecto: lograr arreglos diferenciadores de sus versiones originales. El melódico bajo de 'Are You In?' es ejecutado con habilidad por Row, con la voz de Boyd sigue sonando fresca. Esto último evidencia que la sobreproducción vocal de las anteriores pasó probablemente por una mala elección de los ingenieros. 'Under My Umbrella' es otra que encuentra buena segunda vida, pese a que la voz del cantante suena constantemente jugando al límite. La espiritual 'Aqueous Transmission' conserva su mística oriental, ahora con algunos sonidos nuevos.
A lo largo de su carrera Incubus se ha caracterizado por hacer versiones de sus canciones, todo con elevada pulcritud y buen gusto. "Morning View XXIII" pudo haber sido eso, reversiones de las originales y no hacer lo mismo dos veces, 23 años después. O pudo haber sido un disco derechamente en vivo. Pese a todo, quienes tuvieron "Morning View" como disco de cabecera en la primera parte de los 2000 (como fue este redactor), sabrán apreciar su segunda vida.
Juan Pablo Andrews
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