Primavera Sound Santiago: la lluvia fue un invitado más Estuvimos en la segunda jornada del festival Domingo, 13 de Noviembre de 2022 Sábado 12 de noviembre, 2022 Parque Bicentenario Cerrillos Revisa la galería de imágenes AQUÍ. Tras “La bienvenida” del viernes, llegó la verdadera prueba de fuego para Primavera Sound Santiago. La asistencia al Parque Bicentenario Cerrillos el día anterior fue escueta, una imagen contraria a la del sábado, que desde temprano avecinaba una presencia mayor de personas, con Arctic Monkeys como nombre mayor. La lluvia también fue un ingrediente extra, y de preocupación. Con nubes amenazando desde temprano, las aguas se desataron en plena actuación de Lorde. Pese a que la preocupación fue evidente, el mal tiempo fue sorteado de excelente forma, sentando de inmediato el primer “hito” para recordar en los años posteriores. Santiago Motorizado El líder de Él Mató a un Policía Motorizado abrió la jornada en uno de los escenarios principales, y francamente, es difícil pensar en un mejor punto de partida para un cartel tan sólido en el escenario Santander. Solo con un piano, el cover de ‘Yo soy rebelde’ de Jeanette fue suficiente para llenar el escenario, lo que sería la tónica del show. Santiago tiene una voz fuerte y una presencia que completa cada vacío. Es un artista que en su sencilles concentra un magnetismo inapelable y ese talento, más un set list inteligente y una banda afiatada, es una ecuación certera. Canciones de Las Ligas Menores, 107 Faunos, su banda “Él Mató” y de la serie Okupas (a la que hizo publicidad en varias ocasiones) registradas en el disco “Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro” conformaron el grueso del repertorio, donde pasaron ‘Muchacha de los ojos negros’, ‘Mil derrotas’ y ‘El tesoro’. Terno Rei La banda de Sao Paulo inauguró el escenario Pepsi (que el día viernes no vio actividad) con su mezcla de bedroom pop y dream pop. A diez años de su debut, el grupo liderado por Ale Sater se presentó por primera vez en Chile, frente a un numero de asistentes más bien escépticos, pero que respondió al repertorio de manera respetuosa y discreta. El show partió con ‘Esperando você’ y ‘Difícil’ de su reciente álbum “Gêmeos”, que marcaron la pauta para un setlist concentrado exclusivamente en lo último de su repertorio. Para el final ‘Solidão de volta’, ‘Yoko’ y ‘Dias da juventude’, cerrando una presentación correcta. The Ganjas La nublada media tarde de la segunda jornada del Primavera Sound –o mejor dicho, la primera para medir la envergadura del festival catalán como tal–, fue el escenario para uno de los primeros números chilenos de la jornada y que, de paso, ponía una alta vara desde temprano y mostraba sus credenciales en tanto a la producción. Con esta efervescencia, The Ganjas salía puntualmente a las 15:20 hrs., inaugurando el día en uno de los escenarios principales (Puntoticket) que, pese a la hora, ya albergaba a un número no menor de asistentes que quisieron deleitarse con la propuesta dub/rock psicodélica del experimentado cuarteto. Con nubes amenazantes, pero brindando la ambientación perfecta entre el gris del cielo y el humo de hierba que emanaba desde algunos puntos del público, los íconos del under capitalino decidieron usar esta plataforma para mostrar en sociedad tres nuevas canciones en el inicio de su show, las que mantienen la base de su sonido de alto voltaje, donde aparecen los distintos efectos en las guitarras de Sam Maquiera y Pablo Giadach, los que descansan en el músculo rítmico e hipnótico del tándem bajo-batería entre Pape Astaburuaga y Aldo Benincasa, respectivamente. También hubo espacio para algunas de las canciones más clásicas de The Ganjas, que circunstancialmente, sus títulos marcaron la sensación climática de la jornada: ‘Frío Ni Calor’ y ‘La lluvia no quiere caer’, las que motivaron aún más el viaje inmersivo que la banda proyecta entre los más fanáticos. Congelador No fue al azar la presencia de Congelador en Primavera Sound. La primera actuación de la banda nacional en mucho tiempo fue en el festival, el que conocen por haber actuado en la versión original de Barcelona. A las 15:30 en punto, Rodrigo Santis, Walter Roblero y Jorge Santis asaltaron el escenario Primavera, desplegando una tormenta sonora en que ningún espacio quedó sin ocupar. Para los asistentes, ‘Normandía’ asomó como el track familiar, mientras el resto del set se concentró en material nuevo, tal como había prometido Rodrigo meses atrás. El universo de Congelador permite todo, desde lo minimalista hasta lo abrasador, cortesía de una trompeta espacial. La presencia invitada de Lorena Pulgar (Chicarica) fue un punto alto en una presentación que tuvo uno de los mejores sonidos de todo el evento. Carolina Durante Segunda vez en el año que Carolina Durante se presenta en Chile, esta vez, para una audiencia que se dividía entre los fanáticos más fieles del grupo y quienes por primera vez se enfrentarían a la nueva promesa del punk español. Un punk, eso sí, distinto al que estamos acostumbrados. Sin la virulencia radical del punk vasco, lo de Carolina Durante es un punk que bebe de las temáticas del indie y el emo. Un punk estridente (¡cómo no!), pero de temática sentimental y autorreferencial. ‘Cayetano’, ‘Perdona (ahora sí que sí)’ y ‘10’ (dedicado a Lionel Messi) fueron los puntos altos de un show que, lamentablemente, debió enfrentar problemas de sonido en la guitarra en no pocas oportunidades. Así es el punk. Los Jaivas Pocas palabras ya quedan para retratar lo que siempre ha significado ver un show de una de las instituciones musicales de nuestra música popular. Acostumbrados ya a dominar al público de festivales, esta vez la propuesta de Los Jaivas marcó algunos quiebres, presentando un setlist atípico a lo que nos tienen acostumbrados para estas instancias, incluso dejando fuera canciones canónicas dentro de su obra, como la inmortal ‘Todos juntos’ (lo que, por cierto, se agradece). En cambio, la legendaria banda viñamarina mostró todo su oficio interpretando la exquisita suite de rock progresivo latinoamericano instrumental ‘Tarka y ocarina’, ese magistral cierre del disco “El Indio” (1975) donde cada uno de los integrantes hace gala de su virtuosismo, destacando la siempre vehemente ejecución del eximio Claudio Parra en el piano y la energía indómita de Juanita en la batería. Una canción que rescata la sonoridad de sus primeros años, de la época de improvisaciones Esta mini ópera de tres movimientos (‘Diablada’, ‘Trote’, ‘Kotaki’), que no es otra cosa que una muestra de la riqueza musical folclórica del cono sur del continente americano con el filtro jaiva, y sirvió para elevar las emociones de un público que se mostró atónito ante tanto desplante de talento. Con proyecciones del imaginario visual de este disco, creado por René Olivares y próximo a cumplir medio siglo, la banda invita a Juan Pablo Bosco para acompañar en percusiones y regalar uno de sus temas más queridos. Con ‘Mira Niñita’ se vivió el rito dónde el público se paró y se acercó al escenario para poder capturar en sus celulares y compartir en sus historias de Instagram algunos retazos de aquel himno de nuestro cancionero popular de ya medio siglo. La alegre ‘Guajira cósmica’ y la hermosa ‘La conquistada’ nos volvían a situar en aquel disco de 1975 parido en Argentina y que ya anticipaba en lo que se iban a convertir con los años. ‘Corre que te pillo’ marcó el cierre de una presentación que tuvo todos los detalles que posee: el cencerro de espíritu punk marcando el inicio, Mario Mutis en la guitarra, Francisco Bosco en la performance endemoniada en el bombo legüero, y el solo de batería de Juanita emulando a su padre Gabriel, esta vez también con Juan Pablo Bisco haciendo lo propio desde los timbales. Quizás una presentación acotada para la banda mayor que son Los Jaivas y, sobre todo, por la sensación que generó, provocando las primeras ovaciones cerradas y el sentimiento más visceral de estas instancias, donde es la música la protagonista y la que guía los sentimientos. Japanese Breakfast La presentación de Japanise Breakfast en la Blondie dentro del contexto de conciertos Primavera en la Ciudad, advertían de un publico que la esperaba con ansias. Un fenómeno que a esta altura es nada de silencioso. Michelle Zauner viene de un 2021 difícil de superar: Su autobiografía se convirtió en best seller aclamado por la crítica, el disco Jubilee estuvo en la parte alta de prácticamente la totalidad de los recuentos discográficos del año y la revista Time la ubicó entre los 100 personajes del año. Era de esperar que su banda fuese uno de los números estelares del cartel de Primavera Sound y así lo confirmó el público que asistió en masa para ver su show. Concentrado casi en su totalidad en Jubilee, ‘Paprika’, ‘Be sweet’ y ‘Kokomo, IN’ abrieron el set, cuando caían las primeras gotas tímidas en Santiago. ‘Boyish’ de su anterior banda Little Big League, ‘Savage good boy’ y una interpretación rockera y explosiva de ‘Everybody Wants to Love You’ y ‘Diving woman’ al cierre, completaron uno de los conciertos que debe estar en los balances finales de la primera edición de PS Stgo, como uno de los grandes aciertos. Interpol De los números más esperados de este Primavera Sound Santiago, Interpol ya tenía al público entregado antes de saltar al escenario. La lluvia se transformaba de a poco en una amenaza, aunque no la suficiente como para ahuyentar a los miles frente al escenario Puntoticket. De la mano de un reciente álbum de estudio -”The Other Side of Make Believe”-, Paul Banks ciñeron de oscuridad su propuesta. Las canciones nuevas, ‘Fables’, ‘Passenger’ y ‘Toni’, fueron recibidas entusiastas por fans que esperaban los trucos más clásicos del conjunto. ‘Untitled’, ‘Obstacle 1’, ‘Evil’, ‘Rest My Chemistry’ y ‘Slow Hands’ fueron de las más aplaudidas. Curtido en estas lides, Interpol repartió un sonido sin fisuras, sostenido en el golpe seguro del baterista Sam Fogarino y la guitarra prístina de Daniel Kessler. Sin descollar, el concierto fue una muestra sobria a campo abierto, a pesar de que el hechizo funciona mejor en un recinto cerrado. Phoebe Bridgers Desde temprano, por los pastos del Bicentenario de Cerrillos se podían ver varies jóvenes fans con camisetas cadavéricas. El poleronómetro indicaba entonces lo obvio: parte importante del público que llegó a esta jornada del Primavera Sound lo hacía para ver a una de las artistas que está marcando el espíritu de su tiempo, Phoebe Bridgers. La música estadounidense de 28 años llegó en el mejor momento de su carrera, aún sacándole brillo al aplaudido álbum “Punisher” de 2020 –y corazón de su show–, crédito que se sustenta desde que salió al escenario Santander, provocando el delirio inmediato de sus ansiosos y excitados fanáticos que no guardaron recaudo para expresar su emoción. Uno de los conceptos principales de su propuesta tiene que ver con la provocación. Cada decisión, en tanto a su performance y estética visual, tiene que ver con tensionar ciertos paradigmas musicales, desde usar ‘Down with the sickness’ de Disturbed como cortina de entrada, tener como logo su nombre en estética black metal, o usar una de las guitarras más características del thrash metal, como lo son las BC Rich Warlock, en algunas de sus canciones más etéreas y de espíritu indie pop (‘Kyoto’ e ‘ICU’). Detalles como estos son los que contribuyen a la sensación de que la artista, dentro de sus principales preocupaciones está justamente en sus fans. La superestrella del indie pasa gran parte de su actuación participando en el público. Les habla, les dedica sus canciones, baja al pit central para saludarlos e incluso abrazó a algunos afortunados que están en primera línea al lado de la reja. Los (nos) enamora. Todo mientras ella, vestida en un formal traje blanco de dospiezas, y su banda con los trajes negro de calavera, ejecutan con pulcritud y emoción contenida cada tema, que se vivía con especial emoción en el atardecer santiaguino, con gotas que caían tiernamente como cada arpegio de Phoebe sobre su guitarra acústica. La sensación de ensueño, de estar inmerso en una comedia romántica para adolescentes, se quiebra al cierre con ‘I Know the End’, con toda la banda mostrando su estridencia y corpus rockero, con humo y visuales en llamas. Así se cierra un concierto: quemándolo todo. Lorde Mientras sonaba ‘Sunking’ de Los Beatles, el escenario Punto Ticket iluminaba un circulo tenue y cálido sobre el fondo del telón, con una escalera en el centro desde donde la banda y Lorde saldrían al público. ‘The path’, de su reciente disco Solar Power, comienza a sonar y mientras la canción se acerca a ese tranquilo y optimista estribillo, empieza a llover cada vez con mayor intensidad. La gente no se fue, pese a que la vocalista a mitad del show les sugirió alejarse y protegerse de la lluvia si así lo deseaban. Pero se quedaron. Nadie estaba dispuesto a perderse la gira de uno de los discos más destacados del año pasado y a una artista que se mantuvo en silencio por varios años. Además, desde su debut en Chile el año 2014, cuando iniciaba su camino internacional, había pasado un tiempo considerable y, en ello, la artista había vivido una transformación estética y personal. Incluso canciones como ‘Royals’ sonaron vestidas de un lenguaje más cercano al pop del siglo XXI, que al espíritu soul de la versión original. La nueva Lorde brilla como un diamante pulido y en mejor forma, con una banda que camina entre el orgánico y el pop sintético, sin perder nitidez en ningún momento (el sonido fue impecable). ‘Liability’ bajo la lluvia y con el maquillaje corrido de la cantautora fue emocionante y propio de una película de Gabriele Muccino. ‘Solar power’ y ‘Team’ bajaron la cortina del concierto. Arca El escenario Primavera cerró con una de las artistas más importantes de Latinoamérica: Arca, artista multifacética, compositora, productora, DJ y performer. Su currículum como compañera creativa de Bjork, Rosalía, Frank Ocean y Kanye West parecen ser suficientes para relevar su importancia, pero la versatilidad de sus shows y álbumes, como su colección Kick, han marcado la pauta del posible futuro de la electrónica, el pop, la música urbana y la música experimental en el mundo, acrecentando su figura. Su show en Santiago, sin embargo, estuvo lejos de mostrar todas estas dimensiones. Alejada del formato canción (que tiene y varias), el set se concentró en su vertiente como DJ. Peligrosa, vertiginosa y caótica, Arca manejó los beat con total libertad, destruyó el teclado acústico cuando pudo y dejó que el ambiente en el público marcara la pauta de su set. Todo ocurre en el momento en el show de arca, contrario a como piensan quienes aun tienen prejuicios como la música electrónica. Si hay que acelerar los beat, Arca lo hace. Si hay que acelerar alguna sirena, subir el volumen a alguna percusión o utilizar el teclado de su costado para romper los acordes, Arca no lo dudará. Su magnetismo se debe en parte al carisma personal y simpatía, como a su forma de enfrentar su rol de DJ. Y aunque el público se fue contento y disfrutó bailando cada pieza, es probable que varios se hayan ido decepcionados esperando su repertorio más cancionístico y una presentación más performática como las que abundan en internet. Ojalá regrese pronto. Jean Parraguez Cristofer Rodríguez César Tudela Fotos: Thomas Moraga - Carlos Molina (Phoebe Bridgers) - Val Palavecino (Los Jaivas) Tags #Primavera Sound #Primavera Sound Santiago #Interpol #Los Jaivas #The Ganjas #Congelador #Santiago Motorizado #Lorde #Phoebe Bridgers #Arca #Terno Rei #Carolina Durante #Japanese Breakfast #Interpol Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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