Minutemen

1984. SST

Si echamos la vista atrás a la primera ola de punk rock, hay gente que resume simplemente a los movimientos asociados con los Ramones, Sex Pistols oy The Clash. Graso error. El verdadero alcance de la música punk clásica va más allá de las sórdidas calles de Londres y el escenario del CBGB. En la costa oeste de Estados Unidos, el punk estaba evolucionando rápidamente y asimilando otras formas de música con las que expresarse. Un gran ejemplo de esto fue Minutemen, trio formado en San Pedro, California y activa entre 1980 y 1985, integrada por Dennes Dall "D" Boon (voz y guitarra), Mike Watt (bajo y voz) y George Hurley (batería).

Desde el primer instante demostraron tener mucha solidez, lo que les permitió a su segundo concierto recibir un contrato con el sello independiente SST. Directos y frontales, también destacaron por letras tan graciosas como contestatarias, dotadas de una conciencia social como pocas veces se ha visto en el punk estadounidense. Su carrera  fue muy corta, pero resultó bastante intensa en todo sentido, sobreviviendo a punta de esfuerzo, autogestión y una pasión tan grande por la música que solamente pudo ser detenida cuando Boon falleció en un accidente automovilístico.

Como ya se mencionó, su música era una mescolanza irreverente e inaudita, y la consagración de esa propuesta fue con "Double Nickels on Dime", lanzado en 1984, disco doble con 45 canciones. A grandes rasgos, la producción de este álbum arranco a fines de 1983, cuando accedieron a participar en un álbum colaborativo con otras bandas de la escena, "Radio Tokyo Tapes", organizado por Ethan James y grabado en un estudio profesional, el Radio Tokyo Studio de Los Angeles. Esta fue además la primera vez que grabarían con un productor y en un estudio profesional. Una vez terminado el trabajo, el grupo decidió arrendar más horas en el estudio para producir su próximo disco.

El álbum mutó de uno normal a doble por la influencia de la histórica placa "Zen Arcade" de Husker Du (lanzado a comienzos de 1984). Por la facilidad de trabajar en buenas condiciones, aprovecharon de grabar todo el material que fuera posible en tan solo tres sesiones. Y la mezcla se hizo también de forma rápida, en tan solo una noche. El resultado fue fantástico y colosal. Pese a ser algo así como unas tres docenas de canciones, ninguna dura más de tres minutos, y casi todas están llenas de los imaginativos solos de Boon, las líneas de bajo de Mike (que alcanza un nivel melódico pocas veces oídas en estos tumbos) y la batería frenética de George. En definitiva, estamos hablando de un power trio extremadamente talentoso, y con habilidades en pleno apogeo.

El álbum comienza con 'Anxious Mo-Fo', un tema bastante garagero, con un solo bastante bueno. 'Theater is the Life of You' es una pista para destacar, desde la suave introducción de bajo de Watt hasta los riffs angulares de la guitarra que toman vientos funk. Otro solo de Boon nos traslada a 'Viet Nam', construida por ráfagas rápidas de tres acordes. 'Cohesion' es un solo de guitarra acústica muy inmersivo de D. Boon, y 'It's Expected I'm Gone' desafía todas las etiquetas de género y mezcla elementos del funk, jazz y hard rock. Mientras 'Do You Want New Wave or Do You Want the Truth' es una catártica batalla entre un bajo punteado a toda velocidad y la guitarra acústica, 'Don't Look Now' es un encendido cover de Creedence Clearwater Revival. Asimismo, 'Political Song For Michael Jackson to Sing' y 'Maybe Partying Will Help' suenan como homenajes al hardcore que los vio nacer. En 'Toadies' los rellenos de batería de ritmo rápido son reemplazados por toques de platillos jazzeros y la guitarra tiene una distorsión que la hace sonar como un banjo. 'Corona' se usó como tema principal de "Jackass" de MTV, por lo que todos hemos escuchado muchas veces sus primeros treinta segundos. Tras varios temas bulliciosos o introspectivos, 'My Heart and the Real World' es un tema muy bailable.

'No Exchange' avanza a paso firme y refuerza la capacidad de Watt para proporcionar la melodía, mientras que Boon y Hurley toman el control del ritmo. 'This Ain't No Picnic' y 'Themselves' son grandes gritos de guerra para las clases trabajadoras, recalcando el abuso laboral y capitalista. Si 'Jesus and Tequila' es una incursión desquiciada y mutante en el blues, 'Martin's Story' tiene un fuerte olor a humo y jazz. Siendo en estricto rigor un cover, 'Doctor Wu' (original de Steey Dan) reafirma la versatilidad del grupo. El ska reaperece en la catártica 'Little Man With A Gun In His Hand'. El remate llega en 'Love Dance', una compleja expansión de jazz cacofónico. En cierto modo, el álbum es una obra definitiva de democracia artística: el trío pudo hacer una obra que, si bien se siente abstracta y compleja, es al mismo tiempo una genialidad pues rompe muchos conceptos y prejuicios asociados con la música. Al mismo tiempo, introducir el concepto de álbum doble en un estilo tan descuidado como el punk podría haber sido un error, pero Minutemen lograron crear un trabajo con muchísimas capas, improvisaciones, experimentos sónicos, riffs geniales, lluvias de ideas y (mi frase favorita, por cierto) mucho caos controlado que fluye, vuela y retumba por todas partes.

Minutemen tuvo una enorme cantidad de potencial, lamentablemente interrumpida, pero que en lo poco que pudo trabajar dio en el clavo con un estilo de interpretación que oscilaba entre lo agresivo y experimental. Sin proponérselo, trazaron un curso para el futuro del punk rock, y sentaron las bases para gran parte de lo que fue el rock alternativo de fines de los 80 y principios de los 90.

Estando en la honrosa lista de los 500 Mejores Discos de la Rolling Stone, "Double Nickels on Dime" es una de las grandes obras maestras del punk y un trabajo visionario de tres tipos que solo querían estar seguros de dedicar su tiempo y energías a algo que importara. ¿Quién sabe cómo sería diferente el mundo si dedicáramos nuestro tiempo a la autorreflexión y la disciplina con la esperanza de contribuir a algo más grande e inmortal?

Giordano Antonelli Villavicencio