Serú Girán

1979. Music Hall

Cuando nos referimos a este magnífico disco de Seru Giran, hablamos directamente de una combinación perfecta del virtuosismo musical y la inteligencia emocional de cada uno de los integrantes de la banda. Los conocidos Beatles Latinoamericanos conformados por el maestro Charly García (teclados y voz), David Lebón (guitarra y voz), Pedro Aznar (bajo y voz) y Oscar Moro (batería), nos muestran en este disco una propuesta directa y satírica cargada de furia en cuanto al tema social de protesta debido al proceso militar en el gobierno argentino y elegancia desarrollada en su plenitud desde el punto de vista musical.

Seru Giran es sin lugar a duda el proyecto que el maestro García siempre quiso desarrollar, en donde, cada uno de los integrantes fue protagonista de la banda, cosa que en sus anteriores agrupaciones, como Sui Generis y La Máquina de Hacer Pájaros nunca logró pasando sus demás integrantes a un plano secundario. En Seru Giran iba a suceder todo lo contrario y prueba de ello fueron los LPs que lograron editar en su corta carrera que nació en 1978 y que acabó con la partida de Pedro Aznar en 1982 convocado por el virtuoso guitarrista norteamericano Pat Metheny.

Bueno, entrando de lleno al disco hay que decir que “La Grasa de las Capitales” es el segundo LP de la agrupación y que sucede al primer disco homónimo que no logró nunca el recibimiento esperado por sus autores, además de marcar el inicio de una etapa que consolidó a la banda con otros dos LPs “Bicicleta” en 1980 y “Peperina” en 1981 último trabajo en estudio de la banda y un tercero grabado en vivo “No llores por mi Argentina” en 1982. Cargado de creatividad desde su irónica tapa que imitaba a la revista “Gente” (revista de la farándula argentina durante el gobierno militar de ese país), con esos particulares titulares que mencionan a cada uno de los integrantes, con alguna funcionalidad de grandeza ante la grasada en el modo de presentarse a la gente, “La Grasa de las Capitales” se nos muestra como un acercamiento al dolor, la soledad y la oscuridad, en la que se vivía en esos momentos.

La temática musical, iba a ser el paralelo perfecto para mostrarnos la elegancia de la cual hablamos utilizando los juegos de voces, como un instrumento más, y ejecutado a la perfección como todo rincón del disco en cuanto a su complejidad armónica lograda como ninguna banda del rock latino. El primer tema que le da el título al álbum, entra con una fuerza en todos los sentidos y es sin lugar a duda la canción que más comprometió al disco con esa fuerte lírica que nos deja claro el sentido de las grandes ciudades y su aspectos deplorables y decadentes en manos del poder. Un tema de resignación ante la grasada, prueba de esto el optimismo irónico de su comienzo: “Que importan ya tus ideales/ que importa tu canción/ La grasa de las capitales/ cubre tu corazón” y la frase mas directa del tema sin miedo a nada: “No se banca más/ No se banca más”. Todo esto armado de manera maravillosa con los ya mencionados y habituales juegos de voces y una posterior explosión musical de fuertes cambios de ritmos que nos acercan al rock progresivo influenciados por la Mahavishnu Orchestra y Return to Forever siempre con la suave fusión que apunta directamente al jazz pero del modo particular en que sólo Seru Giran lo sabía hacer.

Los dos siguientes temas, cambian el rumbo del disco en cuanto a lo musical. Prueba de esto son “San Francisco y el Lobo” balada perfecta y simple cantada por el afinado Lebón y “Perro Andaluz” cantada por un García que nos muestra una historia de amor cargada de metáforas en que el engaño nos da a conocer las amenazas a las que uno se veía expuesto. Luego continuamos con el disgusto de “Frecuencia Modulada” hacia las radios que generaban esa embestida contra la vacuidad de aquellos tiempos. Seguimos con la belleza de “Paranoia y Soledad”, que plantea una propuesta musical totalmente distinta, con la sutil voz del hijo pródigo del bajo Pedro Aznar, autor y compositor del tema, quien siempre le dio un aire de pureza y sensibilidad distinta a la banda.

Si seguimos introduciéndonos en “La Grasa de las Capitales”, logramos llegar al viaje de fineza inconfundible en temas como “Noche de Perros” con el maravilloso y mágico uso del bajo fretless tocado por un inspirado Aznar y la dulce pero herida voz de Lebón. Ahora nos acercamos al punto más alto del disco y sin lugar a dudas a una de las obras más hermosas pero tristes en la historia del rock latino, “Viernes 3 AM”. Una obra que atrae al oyente por su melodía, profunda y oscura que nos describe con precisión lo que puede llegar a hacer la desesperación del ser humano ante una situación como en la que se vivía en esa época. Sólo un breve pasar por la letra nos deja claro el como y porque García era un genio mundial no reconocido por muchos a la hora de componer obras con un pensamiento de fondo muy estudiado en el decir de las cosas: “Y llevas el caño a tu sien/ apretando bien las muelas/ y cierras los ojos y ves/ todo el mar en primavera/ bang, bang, bang/ hojas muertas que caen siempre igual/ los que no pueden más se van”. Se ve que en este caso no le importó ser directo, pero pese a esto resultó esta bella canción. Para terminar dos temas directos llenos de inspiración musical y vocal, siempre manteniendo la temática irónica de las líricas. Prueba de esto en “Los Sobrevivientes”: “Estamos ciegos de ver/ cansados de tanto andar/ estamos hartos de huir en la ciudad”. Directa como toda letra del disco nos describe toda una realidad además de su virtuosismo instrumental. Esto mismo se mantiene en el tema que cierra el disco, la muestra de envidia en “Canción de Hollywood”.

Escuchar “La Grasa de las Capitales” es un encuentro cercano con la mentalidad de una sociedad que por esos instantes sufría y que por medio de una temática musical vanguardista de fusión elegante y protesta lograron dejarnos atónitos con melodías inalcanzables para un artista común y corriente. Simplemente una obra maestra recomendable a todo el mundo.

Diego Carvallo