Iron Maiden: Justicia en algún lugar del presente Espectacular presentación de la leyenda británica en la primera de sus dos noches Jueves, 28 de Noviembre de 2024 Miércoles 27 de noviembre de 2024, Estadio Nacional. Galería de imágenes AQUÍ. La historia de Iron Maiden y su relación con Chile se sigue escribiendo día a día, y como los records están para romperse, esta noche 62,000 fans se hicieron presentes para repletar el coliseo ñuñoíno (algo que también se repetirá en su segunda fecha), siendo la primera banda de Heavy Metal en conseguir este logro en nuestro país, con una asistencia total de 124,000 devotos, en un cifra ciertamente apabullante y que pone en números el hecho de que en Chile, el Metal es una religión. Y en el contexto de ese éxito, lo fans tuvieron voz y voto en la actual gira The Future Past World Tour con dos noches absolutamente gloriosas, porque en los años pasados recientes, y a través de las redes sociales, que a veces sirven para conseguir cosas positivas, los fans empezaron a pedir que se rescatara un disco grandísimo como “Somewhere in Time” (1986), que por décadas fue dejado de lado por la banda, algo que no se podía comprender, considerando que es uno de los trabajos más finos, creativos y brillantes de Maiden, asi que esta noche, y en un acto de justicia divina, por fin íbamos a tener la oportunidad dorada de escuchar cinco canciones de ese disco, y otras cinco de “Senjutsu” (2021), que es lo último editado por la banda, además de otro puñado de clásicos. Con el intenso calor del día comenzando a ceder, llegó el momento para que los locales Dogma tomaran el escenario. Frente a miles de fanáticos que seguían ocupando sus lugares en el Estadio Nacional, el grupo desplegó toda su energía en un sólido set de 30 minutos que logró prender los ánimos y preparar el ambiente para la noche épica que se avecinaba, aunque con un sonido deficiente y lejos de lo que merece un acto de apertura en un show de este nivel. Entre cánticos y manos en alto, Dogma repasó algunos de sus temas más emblemáticos, como ‘Improve The Silence’, ‘Instinto Asesino’, ‘Trust Cancer’ y ‘Life’. Cada canción fue recibida con entusiasmo por la audiencia, quienes corearon las letras y no dejaron de demostrar su aprecio por el talento nacional. Incluso, en un momento cargado de emoción, algunos asistentes comenzaron a pedir "la gaviota" para la banda, haciendo una ingeniosa referencia al máximo galardón del Festival de Viña del Mar, como un reconocimiento simbólico a su impecable actuación. Al finalizar su presentación, los integrantes de Dogma se despidieron del escenario visiblemente agradecidos por el cariño y la euforia del público. Su participación no solo dejó a la audiencia preparada para lo que vendría, sino que reafirmó la calidad y potencia de la escena musical chilena, demostrando que están más que a la altura de eventos de esta magnitud. Se apagan las luces y la majestuosa música creada por Vangelis para “Blade Runner” nos retrotrae en el tiempo para situarnos en ese futuro cyberpunk visionado por la banda en 1986, y el arranque con los primeros acordes de ‘Caught Somewhere in Time’ es un viaje por los recuerdos y esa sensación indescriptible de que por fin se está materializando aquí y ahora un sueño largamente anhelado. El escenario luce espectacular, combinando el uso de los telones clásicos con dos pantalla laterales leds que van exhibiendo una gráficas espectaculares, y con un juego de luces que se ve retro y moderno al mismo tiempo, acompañado de una explosión pirotécnica que resalta el gran inicio del show. Sin mucho tiempo para asimilar lo que estamos viviendo, ‘Stranger in a Strage Land’ ya está marcando el pulso con el profundo bajo de Harris. En términos generales el sonido es bastante bueno considerando que en el Nacional el sonido fluctúa dependiendo en que sector del estadio esté uno. Llega el momento del solo y también llega el momento de brillar del gran Adrian Smith que tuvo una noche absolutamente pulcra y perfecta en su ejecución, haciendo dupla con un también fantástico Dave Murray en los leads, mientras el contraste lo pone Janick Gers con su estilo más arenoso y espeso. Un punto aparte es Bruce Dickinson el que siempre brilla con luces propias, y junto con su habitual gran despliegue escénico, cantó en un nivel muy alto, considerando incluso que hace algunos años, sufrió un cáncer de garganta. “Hace algunas noches tocamos en Bogotá” dijo Bruce, “y allá los fans montaron un terremoto, pero si hay alguien que sabe de terremotos son ustedes mis amigos chilenos, asi que griten muy fuerte y hagan un terremoto de Heavy Metal esta noche”, dando la bienvenida a las 62,000 almas reunidas , algo que Dickinson por supuesto también destacó. Las siguientes fueron ‘The Writing On The Wall’ y ‘Days of Future past’ y hay que decir que en vivo la canciones de “Senjutsu” ganan muchos enteros; suenan más dinámicas, se aprecian más sus texturas y sus matices, asi que realmente fue un agrado escucharlas en esta nueva dimensión. Tras cartón Bruce nos dice algo como “recuerdo que en 1992 tuvimos un problemita con la iglesia católica chilena” a lo que toda la gente pifió, “y miren este estadio ahora, ¡repleto!” exclamó, para luego pedir que levantaran la mano los que habían nacido después de 1986, donde se alzaron muchas manos con Dickinson diciendo “somos una banda vieja, ¡pero tenemos muchos fans jóvenes!”, dando paso a una gran versión de ‘The Time Machine’, para tras cartón tocar una fantástica ‘The Prisoner’ y su grito de guerra “I am not a number, I am a free man!”. Con un cambio de telón donde podíamos ver una gran espada de origen Celta, era el momento indicado para ‘Death of the Celts’ itroducida por el brillante bajo acústico de Harris. Luego llegó el momento de volver a cantar en un karaoke masivo con la siempre festiva ‘Can I Play With Madness’ y ‘Heaven Can Wait’ y su coro multiplicado por miles de voces, para finalmente llegar a uno de los momentos más solemnes y largamente esperados (nada menos que 35 años desde que se editó el disco), el poder escuchar en vivo por primera vez en esta gira la magnánima y epopéyica ‘Alexander The Great’ que sonó realmente gloriosa de parte de toda la banda; Bruce la cantó con el alma y el gran Nicko McBrain (que aún se está recuperando del ACV que tuvo el año pasado), se le veía sonreír de oreja a oreja a través de las pantallas, y hay que decir que su performace fue de gran nivel y su batería se escuchó con mucha presencia, todo refrendado con un telón de fondo precioso con Eddie caraterizado como Alejandro Magno con su casco de batalla. Hablando del gran Eddie, el cadavérico personaje apareción sobre el escenario en su versión Cyborg (donde tuvo un duelo con Bruce que se defendió con su cañón), y también en su versión Samurai, utilizando su espada katana para hacer air guitars. El final se acercaba, y ‘Fear Of The Dark’ puso a todo al estadio patas arriba, bengalas incluidas, y el cierre clásico e infaltable fue con ‘Iron Maiden’ donde apreció una cabeza de Eddie gigante detrás de la batería de Nicko, en su versión de un temible Shogun, la máxima autoridad militar en el Japón de la dinastía del siglo XII. Pero había más, ganas de mucho más, y un triple bis fue interpretado por la banda, con una grandísma versión de ‘Hell On Earth’ donde se podía ver a Eddie caracterizado como la estatua de la libertad tras la hecatombe nuclear, canción que contó con un fabuloso despligue de llamaradas durante toda su extensa ejecución, dándole un gran marco visual a la canción, para rematar la faena con la carga de la caballería británica en ‘The Trooper’, y cerrar una noche mágica con ese himno de la vida que es la inmensa ‘Wasted Years’ que nos habla de que “no debemos desperdiciar el tiempo buscando esos años perdidos y que debemos darnos cuenta de que vivimos en los años dorados”, disfrutar y vivir el aquí y ahora, abrazar el presente e ilusionarse con el futuro, porque tal como lo dijo Bruce, “dentro de un poco más de un año estaremos de vuelta mis amigos”, confirmando que la nueva gira “Run For Your Lives” donde la banda tocará material sólo de sus primeros nueve discos (su era dorada discográficamente hablando), llegará a Chile el segundo semestre de 2026. Una leyenda como la Doncella de Hierro sigue escribiendo su propia gran historia y que tiene en Chile un capítulo grande y destacado ganado a pulso, cimentado en esa pasión por el Heavy Metal que existe en nuestro país, y demostrado por ese amor incondicional que tres generaciones le tienen a Iron Maiden, porque al final, y mirando atrás en el tiempo, lo que hizo la iglesia católica no fue más que abrirle la puerta a una bola de nieve que no para de crecer, un fenómeno social que solo Iron Maiden puede liderar. ¿Serán tres Estadio Nacionales la próxima vez? ¡Vamos a por ello! Cristián Pavez Matías Arteaga Sandoval Fotos: Sergio Mella Tags #Iron Maiden #Dogma #2024 Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Noticias Concurso cerrado: The Skatalites regresa a Chile Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Shows A.N.I.M.A.L.: Explosión de fuerza y sentimiento Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Galerias A.N.I.M.A.L.: 30 años de ''Fin de un Mundo Enfermo'' Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Articulos La guerra de los Rohirrim: Un intento valiente de expandir la Tierra Media Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Noticias Nicko McBrain anuncia su retiro de los escenarios Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Noticias Concurso cerrado: cuarta versión de La Batalla del Tattoo Viernes, 06 de Diciembre de 2024 Rock Noticias Concurso: Los Fabulosos Cadillacs debutan en Temuco Viernes, 06 de Diciembre de 2024 Rock Noticias Concurso cerrado: Descendents vuelve a Chile Viernes, 06 de Diciembre de 2024