British Lion: Steve Harris contra el mundo

Martes 26 de noviembre de 2024, Sala RBX.

 

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Una gira latinoamericana con Iron Maiden ya es algo intenso en todo sentido. ¿Otra al mismo tiempo con un proyecto paralelo? Semejante lujo solo podría dárselo Steve Harris, quien con British Lion recorrió la región por segunda vez en su existencia, llegando esta vez a una Sala RBX repleta como pocas veces, a diferencia de aquel debut en un Caupolicán que claramente podía albergar muchos más seguidores, pero que al final contó solamente con unos pocos fans más acérrimos.

 

Los locales Pacífico, uno de los nombres más destacados del Progresivo de los últimos años, fueron los encargados de abrir la jornada, demostrando por qué han sido considerados tan seguido para abrir shows internacionales a través de una sólida presentación. Acto seguido, los también ingleses Tony Moore’s Awake -banda comandada por quien alguna vez fuera brevemente tecladista de Iron Maiden en 1977- fueron los siguientes en el cartel, siguiendo con los sonidos más cercanos a lo prog que al Heavy Metal. Curioso resulta ver a Moore una vez más en la carretera junto a su viejo compañero, juntándose décadas después por lo mismo que los unió en aquel entonces. Como no suele pasar en el recinto de calle Vicuña Mackenna, el sonido estuvo a favor de todas las agrupaciones, sobre todo de los maestros de ceremonia, siendo una curiosa y bienvenida excepción.

 

Tal como en aquel debut de hace seis años casi exactos, ‘This is my God’ dio el inicio a lejos la jornada más íntima con un actual miembro de Iron Maiden en Chile, siguiendo lo que serían 90 minutos de presentación con ‘Judas’ y ‘Father Lucifer’, teniendo todas una muy buena recepción de los presentes, incluso cuando se sabe que British Lion no es necesariamente conocido, excepto para aquellos fans más acérrimos de los proyectos paralelos de la banda británica. Porque claro, más allá de que dicho nombre no resuene mucho a nivel masivo, claramente es de nicho para una fanaticada más firme, aquella que no quiere perderse nada relacionado a su banda predilecta.

 

 

A diferencia de aquella primera vez de 2018, British Lion ya cuenta con dos larga duración a su haber, y si bien en ese entonces ya presentaron algo del aún no estrenado “The Burning” (2020), este último fue el trabajo que más presencia tuvo en el setlist, con cortes como ‘Bible Black’, ‘Legend’, ‘Spit Fire’, ‘Land of the Perfect People’ y el track homónimo, entre otros. Por su parte, algunos momentos del álbum debut que pudimos escuchar fueron ‘These are the Hands’, ‘A World Without Heaven’ y ‘The Chosen Ones’, todas ya tocadas la vez anterior. Cabe destacar la presencia de ‘2000 Years’ y ‘Wasteland’, cortes que aún no forman parte de ningún LP a la fecha, contando con el beneplácito de un prendido público, sobre todo esta última.

 

Incluso en un escenario reducido como el de la sala RBX, Harris se desplazó por cada lado tal como suele hacer en cada presentación, incitando a su público a cantar y mostrándose cercano dado el íntimo formato del show, funcionando tanto en lo masivo como en lo de menor envergadura, siendo aquello una de sus tantas fortalezas cimentadas en una carrera de ya cinco décadas. Después de todo, el objetivo de British Lion era precisamente funcionar como una contraparte a las grandes arenas que Iron Maiden suele llenar. El resto de la banda demostró carisma y solidez musical, destacando la dupla de guitarras de David Hawkins y Grahame Leslie, junto con el vocalista Richard Taylor, quien generó una total cercanía y se tomaba su tiempo entre canciones para agradecer a los presentes, contar algunas anécdotas sobre la banda, y presentar a sus compañeros, viéndose todos incluso con más confianza que en el debut de 2018.

 

 

La música de British Lion puede no ser conocida por todos, teniendo incluso críticas no del todo favorables tras su primer álbum, pero al menos en vivo está su fuerte, funcionando quizás mejor que en estudio. Esto fácilmente podría demostrarse con la fiera respuesta del repleto recinto, quedando chico contra todo pronóstico, con fans tanto locales como de varios otros países que dijeron presente en el show previo al regreso de Iron Maiden a Chile. El final con ‘Eyes of the Young’ fue fuertemente coreado incluso mientras la banda se despedía, dejando en claro que la magia de Harris y los suyos siempre está ahí, incluso sea en un formato reducido y canciones con las que no todos son familiares. Quizás fue para los más fanáticos, pero decir que lo de este martes fue solo una antesala a dos de los shows más esperados de este 2024 sería quedarse corto, porque incluso con un proyecto paralelo y ante un público menor se puede brillar con luz propia, incluso cuando no es una necesariamente masiva.

 

Luciano González

Fotos: Hernán Urtubia