Knotfest Chile 2024: Bajo el intenso calor del Metal

Sábado 2 de noviembre de 2024 - Parque Estadio Nacional

 

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Si hay algo maravilloso que tiene el Metal en todas sus vertientes y subgéneros, es esa alegría inmensa que le provoca a los fans que masivamente asisten a un festival como este, pasión que se extendió transversalmente y donde pudimos ver a niños desde 6 años de edad hasta cruzar tres generaciones, en un evento fantástico que reunió a esa gran y leal familia del Metal integrada por público y bandas. Como buen anfitrión y con motivo de celebrar sus 25 años de carrera, Slipknot tomó la posta del gran Ozzfest (festival donde se dieron a conocer ante las grandes masas), y aprendiendo todos los trucos del negocio, ahora son ellos los encargados de traernos por segunda vez a Chile su gran aquelarre metálico, para lo cual invitaron a algunas bandas que comenzaron junto a ellos como Mudvayne y Disturbed. En ese sentido, el Knotfest es mucho más que solo una extensa seguidilla de shows, es toda una experiencia donde todas las atracciones dispuestas (como el museo de Slipknot), cuentan para brindar un día inolvidable para sus asistentes, y con una convocatoria que superó las 30.000 personas en el remozado y cómodo Parque del Estadio Nacional, quedó claro que el Knotfest llegó para quedarse.

 

 

Nico Borie: Dudas despejadas.

 

Pese a la negativa que generó en cierta parte del público su sorpresiva invitación al festival, el joven músico y youtuber supo defender esta oportunidad de oro con una gran presentación. La responsabilidad era grande y con un setlist compuesto de algunas de sus canciones propias, más covers que nunca fallan a la hora de prender al público ('Numb', 'B.Y.O.B', y 'Killing In The Name' en clave español), Nico Borie mostró supero las expectativas de varios.

 

 

SVVVNT: Sin dudar ante la presión.

 

Directo desde la región de los lagos, el cuarteto ganador de la convocatoria realizada por Knotfest tenía mucho que demostrar sobre el escenario. Sin importar las miradas desconcertadas de los asistentes ante una banda no tan conocida de la escena nacional, SVVVNT transmitió una energía demoledora lo suficientemente buena para no quitarles la mirada. En 20 minutos, tiempo en regla para todos los nacionales, le dieron al público lo mejor de su repertorio. Incluso asomó por ahí una de sus primeras canciones 'Maneva'. 

 

 

Mawiza: Gritos rabiosos y desgarradores.

 

Con el ritmo del festival ya establecido, inmediatamente llegaba la hora de que Mawiza desplegara toda su potencia y frenetismo sobre el “Stage A”. No es de sorprender que su repertorio ya esté totalmente en Mapudungun, pues esta banda ha sabido abrazar sus raíces y defenderlas con uñas y dientes sobre cualquier escenario. El calor azotaba sin tregua a esa hora y el polvo se levantaba ante el movimiento que provocaban temas como 'Kumbagüe' o el ya himno por excelencia de la banda: 'Mawiza Ñi Piwke'. De las presentaciones más intentas y demoledoras de la jornada. 

 

 

Rama: Hora de la revancha.

 

Después de dos largos años, a las 14:10 los Rama por fin lograron su merecida revancha en este mismo festival. La presentación fue impecable y redonda, mientras que su setlist fue totalmente equilibrado entre mostrar un sonido que encajaba a la perfección con la propuesta del festival -sacado directamente del querido “Disco “Amarillo”- y la madurez de “Imposibles”. Cerrar con 'La Señal' fue de esas maravillas sónicas que solo esta banda sabe hacer sobre el escenario. Fue entre los icónicos coros finales de la canción, y con un público ya bastante concurrido, que se daba por terminado la gran participación de la escena nacional en el Knotfest. 

 

 

Orbit Culture: La renovación del Death Metal sueco.

 

No es fácil salir a tocar Death Metal a las 14.30 horas con un sol abrazador y una altísima temperatura, pero algo tiene esta banda que los ha llevado a ganarse el slogan de ser “la más nueva y pesada banda de exportación sueca” y con el carisma de su vocalista y guitarrista Niklas Karlsson, rápidamente engancharon al público con canciones como ‘Descents’ y ‘Carvings’ donde vimos los primeros circle pits de la jornada, completando un show de una hora con un sonido demoledor y perfecto, como fue la tónica en todo el festival.

 

Poppy: Más que un simple fenómeno visual.

 

A solo minutos de iniciar, desde el “Stage B” ya se escuchaban varios canticos hacia la enigmática artista. Fiel a su estilo conceptual, la presentación desde un inicio fue una experiencia sonora que fluctuaba entre gritos desgarradores, sintetizadores, crudas guitarras, acelerados dobles pedales y así. Poppy hizo un viaje por estilos musicales que a cualquier purista le harían sangran los oídos, pero que a su público le fascina. Y la verdad, es que escucharla en vivo cautiva a cualquiera, sobre todo con canciones tan interesantes como 'V.A.N', 'Sit/Stay', o 'Lessen The Damage'. De lo más interesante de ver en un festival de estas características. 

 

 

Babymetal: Soñado debut.

 

Lo que esta banda de jóvenes japonesas provoca en el público es único a donde quiera que vayan. Desde la introducción a este “Metalverse”, los gritos de quienes por tantos años las esperaron se sentían con bastante fuerza. Fue solo cuando entraron, como buenas maestras de ceremonia con un gran imponencia y carisma, que el concurrido publico chileno estalló. Los cañonazos de temas como 'Babymetal Dath', 'Metali!', 'Ratatata' -con fuego incluido- o la clásica 'Gimme Chocolate' fueron demoledores. De más está decir que los circle pit se hicieron presentes y levantaron una polvareda que se veía desde distintos sectores del amplio recinto. Una maravilla de show que esperemos tener de vuelta prontamente. 

 

 

Aman Amarth: Historias vikingas de media tarde.

 

La otra banda sueca del cartel, Amon Amarth quienes ya juegan de local en nuestro país, presentaron un escenario precioso secundado por dos enormes estatuas de guerreros sajones. Con su líder, el corpulento vocalista Johan Hegg hablando ya casi un perfecto español y su baterista de origen chileno Jocke Wallgren, el grupo repasó algunos himnos como ‘Deceiver Of The Gods’ y ‘Raise Your Horns’, donde tampoco faltó el clásico momento donde le piden a la audiencia que se sienten en el suelo para remar todos juntos como si estuviéramos en un Drakkar, en un show realmente impecable.

 

 

Mudvayne: Debut a lo grande.

 

El grupo de la ciudad de Peoria, luego de años de espera, finalmente hizo su debut en nuestro país, y los gritos de los fans pidiendo a la banda antes de que comenzara su show daban cuenta de que eran uno de los números más anhelados de la jornada. Y no defraudaron porque montaron un show alucinante, con un gran despliegue con humo y fuego, pero también con un nivel musical altísimo de parte del bajista Ryan Martinie y su técnica alucinante y el gran baterista Matthew McDonough, por su parte, el vocalista Chad Gray lideró las acciones cantando con mucha energía y recalcando en varios momentos que bandas y público somos “una gran familia del Metal y aquí nos apoyamos y venimos a disfrutar y olvidar nuestros problemas” y con hits enormes como ‘Not Falling’, ‘Happy?’ y ‘Dig’ pusieron el recinto de cabeza.

 

 

Disturbed: Un regreso impecable.

 

Otro de los grandes nombres del cartel eran los oriundos de Chicago y en su regreso a Chile montaron un show realmente impecable, con un gran sonido y buenas luces y temas de energía contagiante como ‘Hey You’ y ‘Stupify’, y lograron el momento más íntimo de todo el festival cuando hicieron su gran versión de ‘The Sound Of Silence’ con un piano, una violinista y guitarrista acústico de apoyo, y grandes tambores de percusión, siempre con una gran dinámica e interacción con el público de parte del baterista Mike Wengren, el bajista John Moyer, el guitarrista Dan Donegan y el vocalista David Draiman, cerrando con las poderosas y clásicas ‘Down With The Sickness’ y ‘Inside The Fire’.

 

 

Slipknot: Un viaje al pasado con brutalidad y precisión.

 

La jornada metalera en el Knotfest Chile 2024 alcanzó su punto culminante con la llegada de Slipknot al Parque Estadio Nacional, donde celebraron los 25 años de su álbum homónimo. Desde que comenzó a sonar la introducción '742617000027' la euforia se apoderó de los miles de seguidores presentes. El escenario, adornado con el icónico logo de la banda y detalles sombríos, se convirtió en el epicentro de la intensidad de la noche. Con sus renovados overoles rojos y las emblemáticas máscaras, los integrantes tomaron posiciones y arrancaron con '(sic)', marcando el inicio de un show poderoso que se mantuvo al rojo vivo durante una hora y media.

 

Durante el espectáculo, Slipknot presentó de manera impecable 14 canciones de su disco debut, transportando a la audiencia a sus raíces con temas como 'Eyeless', 'Wait and Bleed' y 'Get This'. La potencia vocal de Corey Taylor fue indiscutible, y junto a un juego de luces impactante, la banda creó una experiencia intensa y envolvente. Eloy Casagrande, en la batería (ex Sepultura), destacó con una precisión y energía que demuestran por qué fue elegido para ocupar el puesto, dando una fuerza extra al show. Además, Corey, con un español que mejora en cada visita, aprovechó las pausas para interactuar con el público, fortaleciendo el vínculo que la banda tiene con sus fans chilenos.Entre la multitud, se percibía un sentimiento de nostalgia y emoción, ya que muchos recordaban que Slipknot tocó en Chile por primera vez hace 19 años, a pocos pasos del lugar donde ahora se presentaban. Esta vez, la conexión parecía más fuerte que nunca, reflejando la evolución de la banda y el crecimiento de su devoto público chileno. Canciones como 'Purity', 'Prosthetics' y 'Spit It Out' desataron una energía electrizante, llevándonos a muchos a revivir recuerdos de juventud y reafirmando la lealtad a la banda.

 

La noche cerró de forma contundente con 'Surfacing' y 'Scissors', sin excesos ni grandes despliegues, pero con una intensidad que dejó claro que Slipknot es mucho más que una banda de metal. Su capacidad para conectar profundamente con los fans y ofrecer un espectáculo demoledor reafirma su estatus como una banda atemporal y única, que, sin duda, cuenta a Chile entre los lugares que consideran su hogar.

 

Cristián Pavez

Aaron Vergara

Matías Arteaga

 

Fotos: Lilith Fernández / Juan Maralla