Red Hot Chili Peppers: clase inolvidable

Domingo 19 de noviembre, 2023
Movistar Arena

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Hay un lugar especial en el imaginario del rock y la cultura popular para veteranos de tantas batallas como Red Hot Chili Peppers. En una nueva visita a nuestro país, la banda agotó en tiempo record los dos shows -que se hicieron poco- dejando la amarga sensación de que se podía más. Sin embargo, y con el grupo desbordando talento y oficio, esa problemática por la necesidad de un recinto más copioso pareciera convertirse de casualidad en un regalo para quienes lograron llenar el recinto, presenciando así un espectáculo más contenido e íntimo de los californianos.

Con Frusciante de regreso y a la cabeza de esta nueva etapa como retornado, el grupo despachó 17 canciones que se pasearon por casi toda su discografía (la realizada con el guitarrista), desatando la locura del intergeneracional público en un repleto Movistar Arena. Puntuales, Flea, Frusciante y Smith se plantaron en el escenario para improvisar de una hasta que Kiedes rompe con 'Around the World' y pasa por 'The Zephyr Song' y 'Dani California' de entrada, comenzando a calentar y aceitar su maquinaria. Más allá de las dudas casi permanentes sobre el rendimiento en vivo de la banda durante su gira, a medida que se iban sintiendo cómodos y cómplices sobre el escenario, las jams fluían, el público se prendía y se soltaban para dar aire a una presentación que siempre ha tenido escaso contacto y proyección hacia el público e incluso entre sí mismos, salvo un par de diálogos de Flea y Kiedes y la tímida recepción de Frusciante ante el cariño de quienes coreaban su nombre.

'Aquatic Mouth Dance' de "Unlimited Love" (2022) fue una de las canciones de su último trabajo que aparecieron entremedio de un setlist cargado a los clásicos y que avanzaba sin interrupciones ni descanso. Salvo jugueteos entre intros e improvisaciones, el set de esta primera noche en Santiago conversó muy bien con el público, que maravillado observaba cómo Frusciante sacaba solos, se movía y tomaba el micrófono en 'Terrapin', tributando a Syd Barrett. El penetrante bajo de 'Otherside' desataba nuevamente la locura para una versión reposada pero correctamente ejecutada de uno de los clásicos de "Californication" (1999). Esos espacios más profundos a los que Frusciante suele irse contagian y conmueven, disipando por un rato las dudas sobre la conexión de la banda y entregando una nueva mirada del guitarrista que no pisaba nuestro país con los Peppers hace más de 20 años. Como el más querido de la noche, aquello recalca la importancia del músico para el sonido y ejecución del grupo, manteniendo la esencia y el mito del cuarteto. Allí, con quien se vio más cercano fue siempre con el inquieto Flea, quien con su peculiar manera de golpear las cuerdas y mantener ese impacto constante de golpeteo en su instrumento mantenía una tensión constante.

 

Entre 'Soul to Squeeze', 'Right on Time' y una serie de clásicos como 'By the Way', 'Suck My Kiss' y 'Californication', el cuarteto se movía a gusto con un travieso Flea y un siempre correcto Chad Smith en baterías, demostrando su total vigencia y destreza en cada golpe, cada fill y una ejecución exquisita que hacía de cada canción una interpretación aún más robusta y colorida. Antes del cierre, 'By the Way' coronó la primera parte. Tras el encore, la banda se despidió con 'Under the Bridge', uno de sus más emocionantes himnos y la revoltosa 'Give It Away', dejando el escenario y una primera buena impresión de su versión 2023.

Resulta curioso que tras varios shows y formatos no sólo en nuestro país sino que en el mundo, el comentario constante sea la manera en que el grupo no logra conectar más allá con el público. Ya sea la calidez de los latinoamericanos, que saltan y contagian con cualquier acorde, en contraste con una personalidad en escena de un grupo de dinosaurios rockeros de oficio y experiencia, pareciera dejar siempre ese ítem en deuda. Y es curioso porque su formación ecléctica, donde cada uno es un personaje tan particular por sí solo, a veces pierden su chispa. No obstante, la presentación de los californianos se enmarca entre una de sus mejores en el país, demostrando talento y trabajo, además de una popularidad reinante que traspasa edades y acerca a frescos horizontes musicales a nuevas generaciones, capaces de ver en un grupo como Red Hot Chili Peppers un sinónimo de cómo mantenerse y envejecer bien con su arte.

Matías Muñoz
Fotos: Juan Maralla