Amyl and the Sniffers Cartoon Darkness Viernes, 22 de Noviembre de 2024 2024. B2B Desde hace ya un buen rato que Australia se ha convertido en un semillero de bandas de rock. Un fenómeno que alguna vez arrancó con exponentes como AC/DC y Men At Work, y que luego pasó la antorcha a INXS, Jet, The Vines, Silverchair, Tame Impala y Pond, por nombrar algunos. Pero, a pesar de esta vasta historia, el impulso que alguna vez definió a la escena se estancó de cierta manera con el correr de los años. Sin embargo, la tierra “down under” ya ha encontrado su tercer aire gracias a una nueva generación de grupos, entre los que contamos a The Chats, Tropical Fuck Storm y King Gizzard & The Lizard Wizard, y por supuesto, Amyl and the Sniffers. Un poco de contexto nunca está de más. Amyl and The Sniffers nacieron en Melbourne en 2016, casi como un accidente feliz entre compañeros de casa que compartían techo, instrumentos y un montón de discos de punk setentero. De ese caldo de cultivo surgió su ADN: guitarras rugosas, líneas de bajo que cortan como navajas, y al frente, Amy Taylor, que no canta; más bien dispara versos como si fueran golpes al aire con una rabia incisiva. Su debut homónimo fue el que la rompió en 2019 al hacer uso de esta misma fórmula maestra, dándonos un LP lleno de temas ruidosos, rápidos, sin filtro y que celebraban el caos de la forma más honesta posible. Esa fórmula maestra les ganó adeptos de peso pesado como Foo Fighters, Jarvis Cocker y Nikki Sixx, quienes supieron reconocer en ellos algo raro en estos tiempos: urgencia. Esa misma urgencia es la que arde con más fuerza que nunca en su último lanzamiento, "Cartoon Darkness" (2024). Con Nick Launay en la producción, quien ya ha trabajado con otros íconos australianos, uno podría pensar que este sería el disco más refinado de la banda. Pero Amyl and The Sniffers no apuestan a eso. El disco no está diseñado para ser agradable ni accesible; es pura visceralidad, entregándonos un punk que no ha perdido ni un poco de su filo. Desde el primer golpe que da ‘Jerkin’, no hay escapatoria. Es un inicio que engancha con fuerza bruta. En esta canción, Amy Taylor brilla como nunca, luciéndose cuan Wendy O. Williams del siglo XXI al micrófono. De ahí saltamos a temas como ‘Chewing Gum’ y ‘Tiny Bikini’, dos punzadas cargadas de humor negro y sarcasmo que suenan al ritmo de puro riff pesado. Por otro lado, ‘Pigs’, ‘It’s Mine’, ‘Me and The Girls’ y ‘U Should Not Be Doing That’ suben el tono blasfemo, mostrando a una Taylor sin piedad, quien sin filtro, se lanza con todo en una tiradera directa hacia las hipocresías sociales contra las mujeres, de las cuales destaco ‘Me and The Girls’ -¡por favor, qué temazo!-. Y la música no se queda atrás; las cuerdas suenan sucias y tambores abrasivos, armando un combo sencillamente aniquilador. ‘Big Dreams’ vendría siendo el descanso y tema más atípico, escuchándose casi como la banda sonora de un Western, ascendiendo con un coro melódico que toma por sorpresa. Por otro lado, ‘Bailing On Me’ baja las revoluciones y se adentra en terrenos más soft rock alternativo para hablar de una relación fallida. Aquí, Amy muestra un registro sorprendentemente mesurado, casi vulnerable, en lo que solo podría describirse como un paréntesis casi mandatorio a estas alturas. Pero claro, esta acotación no dura mucho, ya que aparece ‘Motorbike Song’, la cual resuena como un rugido de Harleys en plena carretera, evocando la contundencia de sus compatriotas AC/DC, con tambores estrepitosos y guitarras que exigen ser escuchadas a todo volumen. La frase que da título a la obra, “Driving headfirst into cartoon darkness”, aparece en ‘Doing in Me Head’, un grito de guerra que canaliza todo el caos del disco. Este track es punk: descontrolado, directo, casi vandálico. En la recta final están ‘Do It Do It’ y ‘Going Somewhere’, que reinician por última vez la misma energía explosiva con un tono más robusto y dejando un estruendo en el aire. "Cartoon Darkness" es un fiel retrato de todo lo que Amyl and The Sniffers ha sido hasta ahora: anarquía, euforia y una rabia que no busca justificarse, solo ser canalizada a través de la música. Además, de que abraza el pulso de estos tiempos, donde el mundo parece desmoronarse mientras buscamos formas desesperadas -y a menudo contradictorias- de sobrevivir: rabia como resistencia, hedonismo como escape. Y si bien no reinventan nada con este álbum, queda claro que evitan caer en la complacencia, moviéndose con una energía salvaje que los mantiene muy lejos de la rutina. Bárbara Henríquez Tags #Amyl and the Sniffers #Cartoon Darkness Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. Ultimos Contenidos Rock Noticias Concurso cerrado: The Skatalites regresa a Chile Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Shows A.N.I.M.A.L.: Explosión de fuerza y sentimiento Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Galerias A.N.I.M.A.L.: 30 años de ''Fin de un Mundo Enfermo'' Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Articulos La guerra de los Rohirrim: Un intento valiente de expandir la Tierra Media Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Noticias Nicko McBrain anuncia su retiro de los escenarios Sábado, 07 de Diciembre de 2024 Rock Noticias Concurso cerrado: cuarta versión de La Batalla del Tattoo Viernes, 06 de Diciembre de 2024 Rock Noticias Concurso: Los Fabulosos Cadillacs debutan en Temuco Viernes, 06 de Diciembre de 2024 Rock Noticias Concurso cerrado: Descendents vuelve a Chile Viernes, 06 de Diciembre de 2024