Solar

2024. BYM Records

"Mirage" de Solar se erige como un templo místico sonoro, un refugio donde el espíritu encuentra un sosiego introspectivo y reflexivo. En un mundo que grita, este álbum susurra desde su arranque con el bajo dub del track titular, invitando al oyente a un diálogo silencioso, introspectivo, sin prisa. La obra se despliega como un lienzo sonoro donde las pausas, el canto casi crooner de Alejandro Gómez, los silencios son tan elocuentes como las notas mismas, evocando la maestría de discos de David Bowie como "Low", donde el espacio “vacío” se convierte en un eco resonante de significado.

 

Al recorrer los medios tiempos del trabajo, el auditor se adentra en un paisaje crepuscular, ideal para aquellos momentos en que la noche se convierte en el confidente de nuestros pensamientos más íntimos. El quiebre más bailable viene de la mano de 'Niño' y 'Atajo del Tiempo', pero siempre con un Gómez cauteloso en su canto haciendo gala de bandas como Ultra Vivid Scene, o la evidente conexión con la obra del argentino Daniel Melero. Las guitarras del cantante y Ricardo Contesse emergen con una precisión minimalista, cada acorde es un suspiro que se escapa en la penumbra, un trazo delicado que no busca llenar el espacio, sino esculpirlo. Su sonido es un recordatorio de que a veces menos es más, y en esa economía de notas reside una belleza que conmueve. Javier Panella y Arturo Figueroa con sus teclados, tejen atmósferas que son tanto etéreas como tangibles, construyendo un universo sonoro que es a la vez amable y profundamente existencial, así lo narran momentos altos del álbum ('Cerca'), con un guiño incluido a Radio Colo Colo.

Solar teje melodías que se asemejan a los sueños lúcidos que bordean la vigilia, donde lo conocido y lo desconocido se entrelazan en un baile perpetuo, así ocurre en la misteriosa 'Volver a Verte'. Es inevitable no asociar estas sensaciones con el cine de David Lynch, donde la realidad se distorsiona y lo familiar se tiñe de un matiz surrealista. "Mirage" no es simplemente un álbum; es una travesía filosófica que desafía al oyente a confrontar sus propios silencios y ecos internos, así nos encontramos frente a una de las mejoras piezas de Solar en su historia desde el celebrado "Play" (1997), con 'Aquí y Ahora'.

Solar ha creado una obra que se siente como una meditación nocturna, un viaje introspectivo que, al igual que las grandes obras de arte, deja algo en el aire al finalizar. En su esencia, "Mirage" es una exploración de lo efímero y lo eterno, un testimonio sonoro de la belleza que reside en el silencio y la pausa. Su mejor trabajo desde "Sentido Común" (2003). El tiempo nunca se equivoca.

Jaime G. Sanhueza