Dixie Goat

2023, Olde Magick Records/ Smolder Brains Records

 

Cuando analizamos el anterior “There Is No Light Without Darkness” (2020), hablamos de un registro que doblaba la apuesta que Dixie Goat hizo en su debut homónimo del 2015. Pues bien, el portal se ha abierto otra vez y tenemos la tercera entrega de uno de los tríos más poderosos del stoner/doom nacional: “Order, Chaos, Life & Death” (2023). Lanzado a través de los estadounidenses Olde Magick Records y los mexicanos Smolder Brains Records, este nuevo trabajo ve cambios en el seno del grupo, ya que Seba dejó el sillín de la batería para darle el puesto al joven Pipe, quien no solo prueba ser una gran adición a una propuesta así de consolidada, sino que también resguarda los activos que buscamos al entrar en el ritual humeante que Dixie Goat ha perpetrado en la escena nacional.

 

¿Y qué más humeante que una canción como ‘Se7en’ para abrir los fuegos? De introducción larga y tenebrosa, este corpulento track pone orden con un riff mayúsculo de Nikk, siempre con esas trazas bluseras que maneja tan bien, todo secundado por el bajo distorsionado de KF y la batería bestial de Pipe. Si la comparamos con aperturas como la clásica ‘Demon Pact’ en el debut “Black Sun Child” (2015) o la stoner/doom ‘There Is No Light Without Darkness’ del sophomore del mismo nombre, estamos frente a la obertura más pesada que el trío nos ha entregado hasta ahora, con una distorsión crujiente en vez de ese fuzz tirante a la Electric Wizard que escuchamos hace 4 años atrás. ‘Lucky Break’ es un Dixie Goat más bruto, ese que arremete sin piedad en los terrenos del hard rock con otro espacio prominente para que KF embruje con sus cuatro cuerdas. Pero ojo, cuando piensas que vas de ganador por el lado salvaje, aparece la neblina espesa de una bajada sabbathica de proporciones en la que Nikk se muestra épico y metálico con su solo protagónico.

 

La cajita musical que abre ‘Born To Be Dead’ se desvanece cuando el trío corta con el filo de su letal guadaña sonora. Sabemos bien que los riffs constituyen un punto fuerte de Dixie Goat, pero este es de otro mundo. Y si hablamos de fortalezas, tenemos que hacer hincapié en las melodías. Hay un tufillo grunge en la forma de articular las frases de ‘Woman In Black’, se nota que el frontman entiende el lenguaje del rock de los 90 y logra conjugar muy bien el formato de canción recordable de Soundgarden, sin perder la agresividad sludge de Acid Bath, lo que se nota particularmente en la opresiva ‘He Waits For No One’, a todas luces el corte más violento de esta producción.

 

‘The Girl, The Rope and The Serpent’ se entierra más y más en el barro a fin de cerrar el tramo más denso de “Order, Chaos, Life & Death” (2023), esta vez abriendo el espacio para que KF y Pipe muestren todas sus capacidades interpretativas. El contraste lo trae ‘Dee Dee’, en el que el espíritu de los Misfits de Danzig, una de las agrupaciones predilectas de KF, se combina con la musculatura de Motörhead, ejercicio que se puede rastrear hasta ‘Don’t Touch My Beer’ en el debut, pero que esta vez logra un mejor resultado, no solo gracias a una estructura más sólida desde lo compositivo, sino que también a una producción más cuidada que resalta la garra del trío. Como era de esperarse, los samplers no podían faltar y ‘Don’t Say Its Name’ abre con un diálogo de la película “The Satanic Rites of Dracula” (1973) de Alan Gibson para dar el golpe de gracia, un regreso al doom siniestro que, a diferencia de ‘From One Hell To Another’ en el anterior, no sube el octanaje con un galope sabbathico, se mantiene en su marcha mortuoria, amenazante y repetitiva concluyendo esta misa negra de una manera feroz, pero a la vez solemne.

 

El dicho popular dice que el caballo bueno repite y es por eso que la banda ha convocado al mismo equipo que hizo de “There Is No Light Without Darkness” (2020) una placa tan aclamada. El trabajo visual de José “Kat” Canales, la grabación y mezcla de Nes (baterista de Wild Parade) en BYM Records y la masterización de Jack Endino aseguran otra adición contundente a su discografía. Puede que la constante comparación con sus obras anteriores maree un poco, sin embargo, es necesaria a estas alturas. No estamos ante un disco que plantee una bifurcación en la ruta del combo capitalino, más bien, “Order, Chaos, Life & Death” (2023) es una consolidación de sus valores, una prueba de que el cambio de formación les vino como anillo al dedo y una amplificación de la fórmula con la que Dixie Goat ha poseído las almas de sus oyentes en estos 12 años de carrera.

 

Pablo Cerda