The Polvos!

2023. Sur Pop Records

Si bien la pandemia fue una época inmensamente difícil para muchos, The Polvos! supo aprovechar el tiempo de la mejor manera. Ante la imposibilidad de tocar en vivo durante el confinamiento, el combo penquista se encargó de generar las alianzas necesarias para que su debut “Darkness Emotions” (2019) llegara lo más lejos posible, alcanzando territorios como Europa y Argentina gracias a la gestión de los sellos Nasoni Records y Ruidoteka Records en esas respectivas zonas, sacando partido también de una comunidad que se preocupa de mantener vivos los sonidos sabbathicos en todo el globo. Gracias a esas sólidas redes que se formaron en esos tiempos difíciles, el sophomore “Floating” (2023) llegaría con harto territorio ganado.

Y, bueno, méritos tiene de sobra para que todos los focos de atención se posen sobre este nuevo lanzamiento. Lo primero en el análisis es, obviamente, encontrar los puntos de unión y de distancia que hay entre  “Darkness Emotions” (2019) y  “Floating” (2023). Al poco andar de ‘Into The Space’, nos damos cuenta de que la urgencia no solo se mantiene, sino que emana a raudales en estos primeros cinco minutos, con un Roberto Mora furioso desde la batería, todo mientras las capas de sedimento musical se van superponiendo una sobre otra. El riff intermedio comandado por las cuerdas de José Ignacio Mora, Francisco Pavez, Bruno Flores y Wladimir Rodríguez es superlativo, te impacta en la cabeza como un meteorito y el cráter que deja es de mucha profundidad.

Por su parte, ‘Fire Dance’ comienza como una aproximación hacia la psicodelia de corte alternativo, sintonizando con el The Ganjas más lisérgico y relajante. El caleidoscopio mental se abre para recibir la voz enterrada en la penumbra de José Ignacio Mora, casi como un espectro cósmico que ronda por los parlantes, pero nunca llega a manifestarse por completo. Ese arquitectura sónica se mantiene desde “Darkness Emotions” (2019), y se nota que es la columna vertebral de The Polvos! en términos estilísticos.

Y si hablamos de pilares, la psicodelia y los toques de stoner siguen ahí, pero en este segundo registro logran una maduración expansiva. Es increíble el salto que se pegan con tan solo un trabajo de distancia. ‘Going Down’ parte flotando en aguas calmadas, descendiendo por un río tranquilo que poco a poco se va volviendo más caudaloso. Sí, los solos son absolutos protagonistas, pero detrás de ellos hay guitarras duras y una batería vigorosa que mezcla la volatilidad del sonido sesentero con la arenosa ventisca del desierto noventero. Dos mundos para nada dispares, al contrario, se entienden tan bien que en la siguiente ‘Acid Waterfall’ siguen explayándose sin tapujos, lo que provoca nuevamente una coalición auditiva que incluso logra trascender las dos etiquetas antes mencionadas, todo para llevar al auditor en otra travesía sensorial de tintes enigmáticos y narcóticos.

‘The Anubis Death’ es una verdadera caminata mental por el Sahara en la que los dioses del antiguo Egipto se manifiestan a través de sintetizadores espaciales, con ondas que te cubren como si fueran una tormenta de arena, hasta que encuentras el punto cúlmine para dejar que tu espíritu sea resguardado por la mítica figura con cabeza de chacal. No solo es un gran cierre para este sophomore, sino que teje un hilo conductor con ‘Sahara’ del “Darkness Emotion” (2019), pero con elementos que la superan en peso. Es una buena oportunidad también para establecer las líneas que diferencian a ambas aventuras artísticas, siendo este trabajo en cuestión un ejercicio mucho más conciso y ajustado que su predecesor, aun considerando que ninguno de los cortes baja de los cinco minutos.

La oscuridad espacial de ese heavy psych profundo que profesaban en ‘The Fall’, ‘The Addiction’ o ‘Undirections’ del debut agarra volumen y sube peligrosamente la apuesta en su continuación. No se aprecian riffs gancheros como el de ‘Elephant’ en las partidas, pero los buscadores de guitarras duras podrán ir encontrándolas a medida que avanzan por este verdadero agujero de gusano que los penquistas plantean en su propuesta, demostrando que ir al choque no siempre es tan placentero como cuando te atrapa lo inesperado, y este trabajo tiene mucho de eso, vas surfeando una ola de vibraciones en las que puedes encontrar algo nuevo en cada vuelta.

Si hay algo que caracteriza a nuestra escena local, es que la psicodelia goza de una muy buena salud. A veces es mucho más experimental, como en el caso de Los Tábanos Experience, o se cruza con el post punk, como en Vago Sagrado, o recala en lo alternativo, como lo hace The Slow Voyage, pero la forma en que The Polvos! la llevan al espacio es única, especialmente porque son capaces de encontrar el punto en el que Hawkwind y Black Sabbath interceptan con Sonic Youth, transformando esa espesa bruma espacial en canciones contundentes y memorables, aportando un toque único.

Y no solo eso, han trabajado tan bien que sus redes en Chile con Sur Pop Records, en México con Smolder Brains Records y en Alemania con Clostridium Records los posiciona en un entorno global con hambre para consumir bandas de su estilo, entre los que logran destacar no solo por los valores agregados que hemos mencionado a lo largo del análisis, sino que también por un convincente trabajo de escritorio que les ha rendido jugosos frutos gracias a la cosecha que realizaron en el encierro. Al final, “Floating” (2023) no solo es un gran paso para la carrera de The Polvos!, es la demostración de que podemos obtener lo mejor de nosotros si sabemos sacarle provecho a los tiempos difíciles.

Pablo Cerda