Explosions in the Sky

2023. Temporary Residence   

                                                                                                                                 

“End” marca el regreso del cuarteto instrumental estadounidense Explosions in the Sky después de siete años, un periodo bastante largo, pero que se ajusta más menos a la periodicidad entre uno y otro de sus últimos álbumes. Previo al lanzamiento del LP, la banda anunció su gira titulada "The End Tour", la que generó cierta confusión entre los fanáticos, quienes pensaron erróneamente que se trataba de una despedida. Esta percepción se disipó cuando se reveló el título de su nuevo trabajo. Sin embargo, los seguidores no estaban equivocados al intuir que "End" exploraría temáticas de cierre, tocando fibras emocionales relacionadas con el fin de relaciones amorosas, de amistades y de pérdidas emocionales. 

 

La obra se inicia de manera sólida con 'Ten Billion People', un tema estructurado con guitarras melódicas, una percusión detallista y un teclado sutil que aporta con una vibración esperanzadora. Este primer tema da paso al auténtico post-rock de 'Moving On', en el que la energía inicial se multiplica. A medida que avanzamos, 'Loved Ones' introduce la reflexión y contemplación, incorporando las dinámicas clásicas del género, con la dualidad entre la calma y el ruido. 'Peace or Quiet' sigue esta misma línea, aparentando ser relajada al principio para luego romperse con la potencia de las guitarras y la percusión.

 

'All Mountains' es un tema épico y grandilocuente, aunque siempre melancólico, que comparte melodía con la pieza principal de la serie de televisión "Twin Peaks". Este sirve de transición al penúltimo tema, 'The Fight', que mantiene las mismas líneas, pero de manera más potente, cumpliendo con la sugerencia de su nombre. La sincronización entre la guitarra y la percusión se destaca como uno de los puntos más altos del disco. Finalmente, la nostalgia de ‘It’s Never Going to Stop’ –‘Nunca va a parar’-, refuerza ese sentimiento triste pero esperanzador, tan propio de la estética sonora inocente y bondadosa de la banda.

 

En tan solo 45 minutos y 7 canciones, “End” ofrece un paisaje sonoro completamente conmovedor, permitiendo al oyente sumergirse y conectar emocionalmente con el momento que esté atravesando. La banda logra equilibrar la estructura sólida y ese sello musical que llevan trabajando por casi 25 años, con la exploración de dinámicas post-rock clásicas, ofreciendo una experiencia auditiva reflexiva y potente.

 

Emilio Cortés Frei