Blue Öyster Cult Agents of Fortune Miércoles, 15 de Noviembre de 2023 1976. Columbia Records El concepto de la muerte es uno que siempre ha despertado un interés particular en las expresiones artísticas, ya sea en el cine, literatura, videojuegos y música. A lo largo de la historia su figura ha podido ser personificada -principalmente gracias a la mitología- como una que ha recibido un sinfín de nombres. Thanatos, Hel, La dama de negro, el Ángel de la Muerte, La Catrina y La Carpa son sólo unos cuantos ejemplos de esto. Me pregunto cuál de todas habrá sido la que más rondaba en la cabeza de Buck Dharma a la hora de componer uno de los singles más icónicos de Blue Öyster Cult. Se ha aclarado hasta el cansancio que '(Don’t Fear) The Reaper' habla más bien sobre el concepto del amor, uno que, según lo contado por el propio Dharma, podría traspasar la barrera de la muerte y continuar en la “otra esfera existencial”. Con esto en mente, la letra, pero sobre todo sus coros -crípticos como tanto les gusta- cobran un sentido completamente distinto. Incluso se asemeja a una especie de carta de despedida de dos amantes -metafóricamente ejemplificados con Romeo y Julieta- que ante la inminente llegada de “The Reaper” buscan alguna clase de consuelo. Sin embargo, no deja de ser importante el hecho de que la canción vino al guitarrista en uno de los tantos pensamientos introspectivos que tuvo sobre su posible muerte. Aunque quizás sea la canción que los catapultó más en lo mainstream, están lejos de ser la banda One Hit Wonder que algunos piensas. Desde su debut homónimo en 1972 el que hayan quedado relegados a un espacio más outsider dentro del rock muestra que su singular propuesta Hard Rock, dotada de elementos psicodélicos, del heavy metal y uno que otro tinte blueseros no son para todo el mundo. Tampoco ayuda mucho el misticismo con el que siempre se les ha vinculado, más aún con el icónico símbolo que sin duda que les causo problemas en sus días, pero con el que han sabido salir jugando y esconderlo en varias de sus portadas. Es justo considerar que el estreno de “Agents Of Fortune” en mayo de 1976 trajo consigo una de las propuestas más comerciales de la banda. Al parecer el éxito de “Secret Treaties” (1974) y la increíble presentación en vivo de “On Your Feet Or On Your Knees” (1975), que más allá de beneficiarlos, los desgastó un poco. No porque su sonido sea malo, muy por el contrario, sino por la inconsistencia que hay a lo largo del álbum, y es que -a diferencia de los anteriores- cada pieza fue compuesta individualmente, lo que explicaría la razón de que el trabajo vocal haya sido repartido entre cada miembro de la banda. Lejos de molestar, lo que hace es aportar un curioso dinamismo a las canciones, ya que pasar de canción en canción se convierte en una sorpresa. Sin embargo, el sonido de estar tocando más “a lo seguro” se nota sobre todo en los minutos iniciales. 'This Ain’t the Summer of Love' y 'True Confessions' son canciones que están bien, pero que no logran un impacto significativo. Por supuesto que vemos los elementos que han hecho grandes al Culto a la Ostra Azul, sobre todo en esa guitarra tan hardroquera que abre los primeros minutos y el piano predominantemente bluesero que lidera la pegajosa 'True Confessions'. Elementos similares se ven en el enigmático y melódico cuento de extraterrestres 'E.T.I (Extra Terrestrial Intelligence)' donde, además, sacan provecho de la creatividad ambiental que tan bien saben hacer. El tibio pero elegante inicio que tiene el disco pareciera que nos prepara para lo mejor, la aclamada '(Don’t Fear) The Reaper', single que les valió ser elegida como sencillo del año y estar en la lista de las 500 mejores canciones de la historia, ambas condecoraciones entregadas por la propia Rolling Stones. Y no es para menos si aquel riff tan icónico en el que está construida, las voces al unísono sacada de una mezcla oscura de los Beatles y los Beach Boys, la suavidad de Albert Bouchard en la batería y de su hermano Joe en el bajo, hacen de esta una que representa todo lo que ha hecho tan legendaria a esta banda. Me atrevería a decir que es lo mejor que hicieron hasta ese año, más aún en ese quiebre progresivo casi en la mitad donde todo se vuelve más místico y tenebroso, junto a lo apoteósico que es el solo que se mandan junto a la batería, lo que es calmado solamente por la suavidad predominante del riff inicial. Por supuesto que no me olvido del cencerro -o cowbell para los entendidos- que está casi siempre en el fondo, material de muchos memes y parodias como la del mítico sketch de Saturday Night Live, pero que sin lugar a dudas la da una riqueza rítmica sin igual. Pero no todo se trata de este single ya que es imposible no hablar de las otras grandes joyitas como la motoquera 'The Revenge of Vera Gemini' donde la mismísima Patti Smith -vinculada amorosamente por aquellos años al guitarra Allen Lanier- aporta con su apagada y candente voz. Tampoco puedo dejar en el tintero a la pegadiza 'Sinful Love' con memorables coros y solos de guitarra. También está la heavy metalera 'Tattoo Vampire', que sabe subir las revoluciones al máximo para la segunda parte del álbum. Lástima que sean un poco cortadas por la -ya a esta altura- un poco repetitiva 'Morning Final'. Aunque 'Tenderloin' mejora las cosas con esos sintetizadores que llenan de atmosfera la canción y que acompañan a cada verso. Y qué decir del guitarreo tan bien ejecutado, una maravilla. Ya para el cierre de un álbum tan mítico, 'Debbie Denise' es una especie de balada esperanzadora cantada por el propio Albert Bouchard y donde Smith vuelve a aportar sutilmente con su voz, de las piezas más bellas pero infravaloradas de esta entrega. Aunque gran peso caiga sobre '(Don’t Fear) The Reaper' al ser la canción que se roba toda la atención, la verdad es que buenas canciones hay para todos los gustos. Quizás el descansar un poco de este increíble sencillo ayude un poco a valorar el resto de una mejor manera, pero suena más fácil decirlo que hacerlo ya que resulta difícil -sino es que imposible- despegarla de nuestra memoria. Pese a no arriesgarse salvo por unas pocas excepciones, el hacer un trabajo tan “comercial” la verdad es que les rindió sus frutos, no por nada este es su primer disco de platino. Además, resulta fascinante lo bien que suena toda la mezcla, con un sonido definido que no muchos tienen para aquella época, pareciera ser un álbum que cuenta con niveles de producción un tanto adelantados. “Agents Of Fortune” fue un punto de inflexión que les valió un incremento en su popularidad, pero también se podría considerar una condena al declive que vivirían en los 90’s. Quizás el encanto de esta banda sea el de mantenerse ocultos baja el radar de lo mainstream y ser descubiertos por los entusiastas de lo distinto. Sin lugar a dudas que aunque no sea un álbum perfecto como el single que crearon, si es uno mágico que se mantiene impoluto al paso del tiempo. Aarón Vergara Tags #Blue Öyster Cult #Agents of Fortune #Eric Bloom #Patti Smith Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. 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