Symphony X: Hijos del sol y las estrellas

Un emocionante reencuentro en el recinto de Nataniel Cox

Miércoles, 31 de Julio de 2024

Symphony X: Hijos del sol y las estrellas

Martes 30 de julio de 2024 - Teatro Coliseo

Revisa AQUÍ la galería de fotos del show.

Son muchas las bandas internacionales que han creado una fuerte relación con nuestro país, ya sea por la cantidad de veces que se han presentado, algún lazo histórico en común e incluso alguna anécdota que hayan vivido y que siempre recuerdan con cariño. Sin duda que en esta lista -imaginaria por supuesto- Symphony X ocuparía un puesto bastante elevado, sobre todo con presentaciones como la de anoche.

Pero hay que ir por partes. Primero tenemos que destacar el gran trabajo que hizo Pacífico en su apertura del espectáculo. Los más entusiastas que desde temprano estaban pegados a las rejas de la barricada eran complacidos con una buena dosis de progresivo que algunos acomodan siempre entre los míticos Yes o incluso leyendas como Rush, sobre todo por el marcado timbre de Carlos Sáez. La selección de canciones para su setlist fue más que precisa ya que temas como 'Aullido en la Piel', 'Digital Slaves' y 'Horizons' coincidían muy bien con la naturalidad del show que se avecinaba.

Digamos que fue una buena ventana para presentar su más reciente álbum “Succes, Luck and Happiness” con una comodidad que se nota nutrida gracias a los largos años tocando juntos. Caminos a su primera década, se nota la seguridad que hay para dar un buen espectáculo sin importar la cantidad de personas presentes, esperemos que sigan concretando hitos como estos en su sólida carrera.

A las 21 horas, las ansias aumentaban con los clásicos preparativos. Primero la música de ambiente bajaba su intensidad, luego las luces eran apagadas y finalmente, esta querida banda hacía su ingreso por todo lo alto. Posicionados ya cada uno fue a lo suyo. Michael Romeo empezaba a repartir los primeros riffs demenciales de la noche con la increíble 'Iconoclast', una canción que inmediatamente dejó los ánimos en alto. Aunque fue con el ingreso de Russell Allen al escenario que la energía se desbordó.

La conexión con el público fue instantánea y así lo hacían ver los miles de voces que se unieron para gritar los épicos coros de “We Are Strong”. Sin descanso alguno, las cabelleras se agitaron desenfrenadamente con los vertiginosos compases de la increíble 'Nevermore', canción que en vivo se siente aún más épica. Ya para este punto podemos decir que Allen es un fuera de serie, jugaba con su público, se movía de un lado para otro y enriquecía sus líricas con su expresivo lenguaje corporal, hipnotizante de ver.

Aunque la banda no se quedaba nada atrás, pues cada compas estaba tocado con una precisión absurdamente milimétrica. La celebración de sus tres décadas fue por buen camino y tempranamente nos hicieron viajar al pasado con 'Inferno', canción que fue recibida con el entusiasmo de un Teatro Coliseo lleno hasta las plateas. Las batallas de solos entre la veloz muñeca de Romeo y la prodigiosa técnica del gran Michael Pinella en los teclados era algo asombroso de presenciar.

Para 'Serpent’s Kiss', Las caras de satisfacción ante la calurosa recepción de los temas se podía ver en casi todos los integrantes. Aunque había que bajar un poco las revoluciones, ya que luego de las cariñosas palabras del agradecido frontman -quien fue enfático en destacar la energía que le daba el público chileno y su amor por el mismo- vino un segmento calmado que partió con 'Without You' y que se extendió por varios minutos de 'To Hell and Back'.

Pasados la mitad de la presentación, vendría un clásico sacado directamente de “V: The New Mythology Suite”, 'Evolution (The Grand Design)' donde el piso temblaba ante los imparables saltos, diversos empujones y catárticos gritos de emoción. Quizás el punto más alto de la noche que fue grabado por el propio Russell Allen con su GoPro. Era un éxtasis compartido que también se extendió por 'Run With The Devil'.

El cierre lo sacarían directamente de 1996 con otros dos grandes clásicos: 'Out of The Ashes' y la increíble 'Of Sins and Shadows', en donde el propio Jason Rullo salió con una polera de nuestra selección nacional. Fue el broche de oro a una presentación que podemos catalogar fácilmente como impecable. La energía y el cariño que se sintió en el recinto de Nataniel Cox, alimentada en todo momento por el propio vocalista, fue especial y así lo hicieron saber.

Fue un regreso triunfal y un homenaje a los 30 años de una banda que ha sabido forjar una relación especial con Chile. Sin duda que ha sido una historia de la que muchos se sentirán parte, sobre todo quienes han estado en las nueve ocasiones que han pisado el territorio nacional desde su mítico debut en los lejanos 2000. Esperemos que, en su próxima visita, podamos tenerlos con nueva música pero sin dejar de lado esos clásicos que tantas emociones provocan en un público que siempre está rendido a sus pies.

Aarón Vergara

Fotos: Sergio Mella