Undercroft: Hijos de la oscuridad

Banda nacional marcó el regreso a los escenarios locales

Sábado, 24 de Septiembre de 2022

Viernes 23 de septiembre – Disco Blondie

Santiago – Chile

Con la añoranza de su mejor época, el mítico quinteto entregó un show cargado de nostalgia y energía, rememorando sus más anhelados hits.

Mucha expectativa estaba puesta en este evento, no tan sólo porque se avizoraba como el regreso de unos de los mayores referentes del death metal nacional, con su formación clásica claro está, sino que a su vez siempre se genera la expectación de cuánto es el poder de convocatoria de una banda nacional en estos días, más aun contemplando un recinto de envergadura media como la discoteque Blondie, la cual generalmente está destinada para eventos de carácter internacional.

La verdad es que el show del día viernes cumplió respecto de lo esperable, si bien el número de personas era exiguo hasta media hora antes del show principal, fue pocos minutos antes de iniciado éste, que la central discoteque sobrepasó la mitad de su capacidad, lo que en número es bastante considerable en función de la sobreoferta de eventos y el escaso apoyo que se percibe -en general- para los congéneres nacionales.

Tal cual lo estimaba la planificación horaria, Sobernot salía a escena con un escaso público presente y un sonido de verdad muy precario, pese a todas las adversidades, su actitud -por sobre otros elementos- fue lo rescatable de la noche, lamentablemente fue muy poco lo que se pudo apreciar de su música, pero sin lugar a dudas ha sido una de las bandas que se ha posicionado fuerte en la escena y sin duda tendrá otras oportunidades de resarcir su malogrado show, que claramente se vio opacado por factores contextuales ajenos a ellos. Misma suerte corrió Diametral, aunque algo logró encender con unos tibios mosh por parte de los presentes al final de su show, el sonido no mejoraba, no obstante energía y prestancia fue lo que les sobró, muy correcta presentación algo eclipsada por los elementos ya citados.

La verdad es que ambas bandas nacionales no contaron con las mejores condiciones para desplegar un show óptimo, si en verdad lo que se busca es potenciar ciertas agrupaciones para que se presenten en escenarios de mayor envergadura, dicho objetivo no se cumplió, primero por los horarios que no siempre acarrean el mayor número de gente y por las deficiencias técnicas que van acaeciendo en los primeros momentos del show.

Serpentor, banda trasandina que contó con una leve mejoría en su sonido, desplegó un thrash bien ecléctico, que mezclaba elementos más brutales pero a ratos se acercaba al heavy/rock muy arraigado en la cultura musical argentina, si bien su show fue correcto no logró encender al público, pese a una peculiar versión de “Raining Blood” casi finalizado la presentación. Quizá, tanto Serpentor como los 2 representantes nacionales estaban un tanto lejos del ADN del público presente, ya sea generacionalmente como también del espíritu musical, lo que no generó mayor impacto como espectáculo de apertura.

La hora se acercaba y pasado las 21:00 hrs. era el turno del plato fuerte de la noche, el esperado regreso de Undercroft con Tito Mellín en las voces, rememorando toda la magia de los años 90s, que por lo demás sigue siendo su época más prolífica y que marcó a toda una generación.

La verdad es que desde un inicio se vio una compenetración total entre el público y la banda, Tito Mellín visiblemente emocionado por tanta gratitud, permanentemente agradecía las muestras de afecto hacia el grupo. La carnicería se iniciaba con el clásico ‘Empire of orgies’, el mosh no se hizo esperar, la explosiva reacción del público continuaba con ‘I condemm’ de su mítico álbum Bonebreaker”. El sonido si bien era definido no era del todo óptimo, a ratos se saturaba, no obstante, gran parte del show se pudo apreciar de excelente forma. Sus afinaciones algo más bajas de lo que originalmente se percibían en sus discos, permitió que gran parte del set list adquiriera un cariz más oscuro y lúgubre; ‘Rumanian Impaler’ y ‘They Kill for Me’ sonaban como sacadas desde el mismo averno.

Tracks como ‘Winds of Brutality’ o ‘Son of Darkness’ de su E.P 1993 “Demons Awake, Revenge is Near” fueron gratas sorpresas que no se esperaban y tampoco se oían hace ya casi 30 años. La seguidilla de clásicos continuaba con ‘Wake Up from Your Dreams’, ‘Demons Awake, Revenge is Near’, ‘To the Final Battle’.

Ya en la parte final del show, aparece la sempiterna ‘Sodom & Gomorrah’, probablemente el tema más glorificado de la noche. Para finalizar dos cortes que son habituales en los conciertos de Undercroft; ‘Bonebreaker’ y ‘Mercy’ cerraron con broche de oro una presentación rutilante, con una puesta en escena sólida, que dio origen a un concierto enérgico, donde la catarsis colectiva se apoderó de cada uno de los presentes y hoy más que nunca, desencadenó en el desahogó de un grito de rabia contenido por más de un cuarto de siglo.

Pese a los años y el receso de Mellín, Medina e Illanes, la solidez y la experiencia de la banda quedó demostrada con creces, entregándonos una carga de brutalidad mayor y que nos mantiene alerta de qué es lo que se viene para Undercroft en el futuro cercano, ¿continuarán con su aventura europea junto a Lillo? ¿un nuevo disco con este line up?, la verdad es que se ha dado muy poca información del devenir del quinteto, sin embargo, creemos que el show de anoche fue la inyección anímica necesaria para continuar con esta aventura musical, que sigue intacta y parece adquirir un renovado espíritu.

Maximiliano Sánchez

Fotos: Alejandro Parra