Liturgy

2023. Thrill Jockey

Entrar en el mundo de Haela Ravenna Hunt-Hendrix es una experiencia rocosa que involucra no sólo música, sino también filosofía desde el existencialismo hasta la religión, entre otras corrientes. Con un fuerte énfasis en la simbología católica, rituales y fe y una cosmovisión propia, la compositora y cerebro de Liturgy ha construido una propuesta estética y sonora que diluye los límites del black metal y los mezcla con elementos más cercanos a la vanguardia progresiva, la electrónica o el folk.

“93696” es su sexto trabajo, sucesor de los exitosos “Origin of the Alimonies” (2020) y “H.A.Q.Q” (2019), ambos proyectos que surgen casi como una declaración estética y de principios sobre su cosmovisión e inquietudes filosóficas, temáticas muy relevantes en su lírica y propuesta. Así, Haela Ravenna completa una especie de trilogía donde expone sus propios motivos en torno a la religión y también la música. De esencia y domicilio black metal con claras influencias del filoso sonido noventero del estilo, Liturgy de a poco convenció dando un giro hacia la vanguardia, incorporando detalles de djent, doom o electrónica, sin transar ni romper el molde original donde la voz gutural domina en espacio pero mas no en volumen.

Así, “93696” transita con mucho aire entre intros e interludios de coros hasta la potencia de canciones como 'Djennaration' o 'Caela'. Al ser un álbum extenso y con canciones que superan los 8 minutos en algunos casos, son sus detalles y estructura lo que permite disfrutar y comprender su hora y veintidós minutos de duración. Cada track pareciera contar con un par de movimientos que son ricos en cada compás, donde las melodías son interrumpidas por cortes tipo glitch, deconstruidas o acompañadas de vientos como flautas y otros elementos ajenos al estilo. Uno de los puntos altos del largo, 'Haelegen II' de exactos 9 minutos es el ejemplo vivo de ese riesgo. Y es que en sus movimientos repasa argumentos con la batería y percusión como protagonista, citando al jazz y a lo progresivo, con ritmos sincopados y una estructura bastante peculiar.

Inmediatamente después, la secuencia está completa con la aguda 'Before I Knew the Truth', que hacia el final introduce teclas y flautas. Así se completa un álbum de sorpresas y elementos disímiles hasta una segunda parte con extensos tracks que superan los 10 minutos y que elevan un mensaje y un concepto persistente en la construcción del sonido y la lírica de Liturgy. Así como Haela Ravenna evangeliza y explora la episteme de su propia mente, nos invita a reflexionar desde su posición: la lírica que toca temas desde su posición de mujer trans en la escena metal hasta complejas interpretaciones del cielo, Dios, los ángeles y la religión. Haelegen, una palabra que para sí misma significa “cielo” está presente en cada construcción y verso, convirtiendo los guturales en densos mensajes que se cruzan con el ya rico y filoso sonido.

El black metal goza de buena salud cuando sus referencias están bien cuidadas sin caer en el cliché y sobre todo cuando son descompuestas y llevadas al límite como lo que hace Liturgy. La visión de Haela Ravenna es en extremo cuidadosa, atrevida, matea, que busca disolver la estructura rígida de un género clásico y que cuesta diseccionar. Como metal de vanguardia, “93696” asoma como uno de los lanzamientos más interesantes y a tener en cuenta.

Matías Muñoz