Enslaved

2023. Nuclear Blast

 

Si hay algo que tienen los exponentes nórdicos del black o death metal es la constancia y persistencia. Los noruegos Enslaved son la férrea muestra de aquello. Con una carrera ininterrumpida de más de 30 años y con 16 discos publicados se alzan como uno de los nombres más potentes del metal europeo y por qué no, mundial. Este 2023, luego de tres años de silencio discográfico, nos vuelven a sacudir con “Heimdal”, una placa que aleja al quinteto de su zona de confort y que, con su vanguardista propuesta sonora, se alza como uno de sus mejores lanzamientos hasta la fecha.

 

Para un oído foráneo, a primera escucha estas ramificaciones del metal y sobre todo del que se hace en tierras nórdicas, le pueden parecer muchas veces monótonas o con elementos e interpretaciones muy similares entre sí. Y claro, las bases musicales e instrumentales son básicamente las mismas: guitarras a tope, baterías demoledoras y una virtuosa voz al frente, nada nuevo. Sin embargo, el verdadero desafío es cuestionar ese molde y ofrecer una música que nos sacuda y proponga algo diferente. Y Enslaved en esta nueva placa, sin dudas, lo logró. No solo porque la base está más sólida que nunca, sino que rescataron elementos de la psicodelia, lo progresivo e incluso de jazz para armar el complejo puzle de “Heimdal”.

 

Lo primero que escuchamos es ‘Behind The Mirror’. Muy alejado de los riffs, lo que nos da la bienvenida son unos cuernos emulan el instrumento con el que se retrata al dios guardián Heimdal de la mitología nórdica. Esta deidad era la protectora de la entrada a Asgard, un símil al olimpo de los dioses nórdicos. Este primer track nos da la venia para entrar a los territorios de Enslaved. Ya al primer minuto comienzan a sonar las guitarras estridentes y un coro con perfectas armonías que nos empuja en caída libre a este oscuro mundo creado por los noruegos. Un espectacular comienzo que nos deja sedientos de más.

 

En seguida llega ‘Congelia’, una pista que no da tregua al pie del incesante beat de Iver Sandøy. Un ritmo de nada menos que 240 bpm que nos machaca la cabeza para dar paso a los guturales de Grutle Kjellson, una de sus más certeras armas. En esta pista también podemos escuchar elementos del rock progresivo con sintetizadores y trompetas que se entrelazan de gran manera con el frenesí sin descanso de la canción. A continuación se baja la intensidad con ‘Forest Dweller’, un track con tintes de balada que incorpora guitarras acústicas y atmosferas que nos hacen vuelven uno con el paisaje sonoro que proponen. Eso sí, a la mitad nos parten el cráneo con la velocidad que nos tienen acostumbrados. En una parte podemos escuchar un órgano al más puro estilo The Doors que se inmiscuye como un elemento diferenciador y que demuestra la amplia paleta de colores por la que se influenciaron. Con 5:55 de duración, se convierte en uno de los puntos más altos del disco.

 

En la mitad del álbum nos entregan la veloz ‘Kingdom’, un track que nuevamente incorpora elementos del rock progresivo en su instrumentación y del metal melódico en sus coros. Algo nuevo que podemos oír es la batería inicial que si la desmenuzamos bien rescata golpes del jazz, con ese beat entrecortado que funciona muy bien en clave metal. A continuación llega ‘Eternal Sea’, con un intro de sintetizador y un impecable trabajo en el bajo de Grutle Kjellson, nos adentramos en un track que rescata elementos del metal industrial, pero sin perder el sello de Enslaved.  

 

Ya casi al final escuchamos ‘Caravans To The Outer Worlds’, otra impresionante pista que extrema los recursos del quinteto y nos propone un viaje que por todos los territorios sonoros posibles de Enslaved: una introducción atmosférica, unos versos que rosan con el metal más duro y un puente psicodélico que nos eleva a lo más alto, sin duda una de las mejores canciones del disco. Por último nos entregan el track que le da nombre al disco, ‘Heimdal’, con 8:06 minutos de duración es el más largo de la producción. Aquí también podemos encontrar retazos de todos los estilos que domina el grupo, sin embargo todo tiene un aura definitorio y concluyente. En las guitarras y la batería podemos escuchar una suerte de batalla con un ente superior, una deidad que tal como nos dio la bienvenida al olimpo, ahora debemos luchar con ella para salir. Otra obra maestra de los noruegos.

 

En definitiva, aunque la estampa del black metal probablemente nunca sea removida del nombre de Enslaved, en esta nueva placa demostraron que el estilo combina con prácticamente todo si se hace con maestría. Los noruegos se arriesgaron con incluir elementos del jazz y el rock progresivo sin sonar en ningún momento forzados. A eso le podemos sumar que nos entregaron un relato y un concepto acorde a sus creencias y a sus tierras, que enriquecen aún más la propuesta completa del quinteto. No hay dudas de que “Heimdal” será una gema dentro de la discografía de la banda que no será pasada por alto por ningún motivo. Es un disco que está destinado a perdurar y a estar en el olimpo de sus mejores lanzamientos hasta la fecha.

 

Oliver Arriola