Babymetal: espiral de energía

Imagínese a un mono con una katana, a un reloj con las capacidades de una calculadora científica, una distopía de ciudades traga humanos y un Dios tan poderoso y a la vez frágil, que puede ser contenido en un pequeño frasco de vidrio. Las imposibilidades son infinitas y todo gracias a una isla, Japón. La inventiva japonesa ha dotado al mundo de perspectivas -para los occidentales- tan extrañas y extremas, como factibles.

BABYMETAL es de esas cosas que por separado ni junta ni pega, pero al unirlas da a luz a un germen contagioso, llamativo, aterrador, tierno; todos los antónimos van de la mano. La imagen viva influenciada por el J-pop, creando lo que ellas llaman “kawaii” metal. Tres chicas de aspecto infantil, cantando y bailando melodías que las oyes y dices: “ahhh es como una intro de anime”, solo que, con guitarras a más no dar de distorsión y un doble pedal en la batería que te puede atrapar o provocar taquicardia.

BOOM BOOM BAM BAM!!

Las oriundas de Tokio nacen en el año 2010, cuando la mayor de sus integrantes, Suzuka Nakamoto (Su-metal), tenía 13 años. Recién graduada de la secundaria y de Sakura Gakuin -banda idol compuesta solo por escolares- se integra a BABYMETAL, junto a Moa Kikuchi (Moametal) y Yui Mizuno (Yuimetal). Para 2014 publican su primer álbum; el homónimo sería un disparo inmediato a lo mundial, convirtiéndolas en las artistas japonesas más jóvenes en ingresar al top 200 de la lista estadounidense Billboard.

El disco fue un bombón de dinamita bañado en azúcar, el albergue para algunos de sus temas más reconocidos: ‘Gimme Chocolate!!’, ‘Head Bangya!!’, ‘Megitsune’. A este le seguiría “METAL RESISTANCE” (2016), para dos años después despedirse de Yuimetal, quien dejaba la agrupación por problemas de salud. En su reemplazo aparecería Momoko Okazaki (Momometal), en primera instancia como bailarina, pero al ver la buena acogida del público a su presencia escénica, se consagra como una integrante par a par con sus otras dos compañeras. Con Momometal dentro publican ‘METAL GALAXY’ (2019) y ‘THE OTHER ONE’ (2023), su más reciente trabajo de estudio.

La expansiva carrera del grupo les ha llevado a participar en grandes festivales como Glastonbury, a llenar el Wembley Arena, colaborar con integrantes de Arch Enemy, Sabaton y Polyphia y compartir escenario con leyendas del género como Rob Halford. BABYMETAL ha destrozado las barreras que alejaban, en parte, a la isla nipona del mercado occidental con una fórmula que no es precisamente la convencional. Ganándose un espacio en el mundo metalero, el grupo es un reflejo de que a veces, 1 más 1 es 3.

Todo el día, todos los días

La ecuación se carcome, las historias renacen y los cuentos son parte del mundo real si así lo consensuamos. La puesta en escena de BABYMETAL es una mezcla de lo onírico y lo que queremos que sea real, un mantra de espíritus guiados por tres chicas. Las voces y bailes se levantan sobre un pilar fuerte llamado Kamiband, la banda de soporte. Kamiband está compuesta por dos guitarristas, un bajista y un baterista, los cuales -han ido rotando en cada gira- son referidos como los kami, aludiendo a que cada uno de ellos es un dios en su instrumento. Maquillados al más puro estilo corpse -ya saben, más pálido que pingüino con anemia y los ojos negros como panda- contrastan con su imagen oscura y misteriosa a las espaldas de las radiantes Su, Moa y Momometal. Esta encarnación divina no es porque sí, si bien en el metal el misticismo y mundo de las tinieblas son un sello característico, para BABYMETAL es también llevar un poco de sus raíces al resto del mundo. Desde la vestimenta hasta la ambientación recogen del folclore japonés, más específicamente de la figura de los kitsunes.

Kitsune -o zorro- es una figura mística encarnada en el cuerpo de un zorro; este ser a medida que envejece se vuelve más sabio, logrando su forma final al tener nueve colas - ¿Suena conocido? Bueno si es que no, vamos viendo Naruto- una de las particularidades del Kitsune, es que posee la habilidad de encarnar en forma humana, usualmente en el cuerpo de una mujer joven. Las máscaras muchas veces utilizadas por BABYMETAL son una representación de estas figuras mágicas, mezcladas con la cultura metal a través de su música y expresión corporal. La mano de los cuernos -esa que hace Lennon en la portada de ‘Yellow Submarine’- son un signo del género y de sus exponentes niponas.

El crecimiento de la cultura japonesa y surcoreana en este lado del mundo -especialmente en Latinoamérica- ha sido una apertura a ver la realidad con otros ojos; desde “Los Caballeros del Zodiaco”, “Dragon ball” o “Naruto”, pasando por grupos como X Japan o Hikaru Utada con su ‘First Love’ (1999), hasta la magnificación del Dorama y la cultura idol de Corea. Y es que este recibimiento abismal que tiene la exportación asiática del público latino ha hecho de esta tierra uno de sus principales puertos de llegada.

São Paulo y Santiago -ciudad donde se estarán presentando el próximo 1 de noviembre en un sideshow del Knotfest, para al día siguiente hacerse presente en el festival- se posicionan como las principales urbes escucha de las metaleras kawaii, el grupo abraza a la masa fiel que les sigue; eres parte de ese todo y una parte importante, eres un babymetaler.

Hay un mundo para todas y todos, con las caras que quieras y colores que prefieras, un planeta por cada grupo, serie o manga que salga de Asia, solo debes encontrar el tuyo y no te darás ni cuenta cuando estés obsesionado resolviendo acertijos, aprendiendo bailes, despidiendo a un joven que se va al servicio obligatorio o cabeceando al ritmo de la electrónica pesada y voces angelicales, todo el día, todos los días. Todo es imposible.

Benjamín Sandoval Schuffenegger

 

Babymetal ofrecerá un sideshow Knotfest Chile el viernes 1 de noviembre en Basel Venue, mientras que el sábado 2 se presentará en Knotfest Chile, a las 16:20 en Stage A. Entradas vía Puntoticket.