Arch Enemy: En el ojo de la tormenta
Conversamos con el guitarrista Michael Amott

(Publicado originalmente en Bulldozer #32, agosto 2022)
En exclusiva, Michael Amott repasa todo lo que necesitamos saber del flamante “Deceivers”, recordando además su cada vez más extensa carrera dentro de los sonidos extremos, su relación con Chile, y lo que le espera tanto con su banda principal como con sus proyectos paralelos.
Cinco años casi exactos tuvieron que pasar para que Arch Enemy estrenara un nuevo larga duración, el tercero de la actual etapa de la banda, marcada por la llegada de Alissa White-Gluz como vocalista y Jeff Loomis en guitarra. La promoción de “Deceivers” llevó al guitarrista y fundador Michael Amott a Japón con el objetivo realizar promoción previa a su lanzamiento, para luego embarcarse en una gira Europea marcada por su aparición en festivales de la talla de Wacken, Knotfest y Reloaded, definiendo el músico este reciente recorrido como “Cosas grandes”. Posterior a esto, se embarcarán en giras que incluyen a Behemoth -con los que llegarán a Sudamérica en noviembre- y a Carcass, banda en la que alguna vez militó Amott.
No por nada la tierra del sol naciente fue una parada con objetivos de promoción del nuevo material. Desde allá, Amott recuerda que ha sido una relación que ya abarca varias décadas, incluso de antes de su éxito más masivo. “Les gustó mucho la banda desde el primer álbum, los primeros tres álbumes fueron muy exitosos, todo lo que hicimos en los 90 con Johan (Liiva) en la voz fue muy popular allá”, es lo primero que nos cuenta una vez establecida la conversación. “Cuando fuimos de gira a mediados de los 90, fuimos la primera banda de Death Metal melódico en tocar en Japón y cosas así, y desde ahí ha seguido hasta hoy, es genial”.
Como le sucedió (y en algunos casos sigue sucediendo) a tantas otras bandas, la pandemia significó una mayor ventana de tiempo para centrarse en la creación de este nuevo trabajo, aunque al mismo tiempo, la mente creativa del guitarrista ya tenía ideas desde 2017, al poco tiempo de haber lanzado su anterior LP “Will to Power”. ”Durante 2018 y 19 tuve una que otra idea, pero luego empezamos a tratar en serio de empezar con el nuevo álbum a principios de 2020, justo antes de la pandemia. Hicimos demos de seis o siete canciones, luego llegó la pandemia, y seguimos creando el álbum durante ese año”. Debido a la misma, el proceso de grabación tendría un par de contratiempos dadas las diversas nacionalidades de algunos de sus integrantes, en particular, Alissa y Jeff. “Tuvimos mucha suerte si pensamos en todo”.
“Esta formación de Arch Enemy está muy esparcida por el mundo, y nos gusta grabar juntos, me gusta estar con todos en el estudio grabando nuestras partes, prefiero eso, creo que tiene una mejor vibra que estar mandando archivos por internet y todo eso, eso es algo aburrido. Pero al menos pudimos traer a Alissa a Europa, habían muchas restricciones de vuelos entre fines de 2020 y principios de 2021, fue difícil, pero logramos que llegara a Dinamarca, al estudio de Jacob Hansen. Eso salió muy bien, pudimos grabar las voces en persona, por así decirlo, fue genial, pero en cuanto a los solos de Jeff, no pudo llegar. Intentamos traerlo a Europa un par de veces, pero habían muchos problemas, muchas restricciones, así que terminó haciendo sus solos en un estudio de Seattle. Pero salió bien, solo que me gusta ese sentido espontáneo de colaborar en persona”.
¿Qué hay de las letras? ¿Se vieron inspiradas en hechos recientes como la guerra en Ucrania o la pandemia?
La guerra en Ucrania aún no empezaba, pero el Covid.. sí, no sé, como que no quería que fuera un álbum del Covid (risas), no quería que fuera tan anticuado, algunos quieren que sea un álbum inmortal de alguna forma, eterno, fresco, que en 10 o 20 años puedas escucharlo, sentir las letras y la música y no decir ‘oh, suena tan del 2020, el año del Covid’. No quieres hacer algo tan específico, pero de alguna forma como que se coló algo por ahí y por allá, claro. Fue un momento muy duro para todos, un momento muy único, todo el planeta estaba pasando el mismo problema al mismo tiempo, lo cual es muy único.
Varias canciones de Arch Enemy tocan temáticas relacionadas al apocalípsis, a lo cual no estamos tan alejados. ¿Sientes que algunas de ellas terminaron haciéndose realidad?
Sí, no sé, pero como dicen, la realidad es más extraña que la ficción. Hay muchas cosas interesantes que pasan en la realidad, intento hablar de cosas humanas en mis letras, Alissa escribe la mitad de las letras, yo la otra mitad, nos dividimos la tarea. Trato de escribir sobre la condición humana, sobre esas emociones por las que todos pasamos.
Este año volverás a estar de gira junto a tus ex compañeros de Carcass. ¿Qué esperas de eso? ¿Todavía estás en contacto con Jeff Walker y Bill Steer?
Sí, empieza a fines de septiembre y seguirá hasta noviembre. Será genial, seis semanas de Arch Enemy, Behemoth, Carcass y Unto Others. Es genial tener a Carcass en el cartel, conozco a Bill y Jeff desde fines de los 80, ¿qué más puedo decir? Creo que habrá una atmósfera genial, seguimos en buenos términos, es un placer tenerlos en la gira y aceptaran ser parte de ella.
Tu proyecto paralelo Spiritual Beggars ha estado inactivo por ya varios años. ¿Has planeado un regreso con nuevo álbum o gira?
No, pero sería bueno, ya ha pasado mucho tiempo. El último álbum, “Sunrise to Sundown” salió en 2016, y tocamos un par de shows en Europa y después en Japón. Más allá de eso, no hemos hecho nada más, no sé qué pasa con esto, no hemos dicho oficialmente que se acabó ni nada por el estilo, no nos hemos separado oficialmente, pero no hemos estado activos desde fines de 2016, eso ya es mucho tiempo, seis años.
¿Qué hay de Black Earth? ¿En algún momento lanzarán más nueva música?
No, en verdad no hemos planeado nada, sería entretenido pero no hay nada pensado. Hemos estado muy ocupados con Arch Enemy en los últimos años, además de estar con otras cosas durante la pandemia, me cambié de casa y todo eso. Además, trabajar con Arch Enemy es un proyecto muy grande, así que no tengo tiempo. Lo último que hicimos con Black Earth fueron dos nuevas canciones que lanzamos en Japón, y luego hicimos una gira por allá por los 20 años de “Burning Bridges” en 2019. Es como un proyecto bonus, es quizás una banda seria que creamos reformando la formación de los 90 y tocando el material antiguo, que es algo súper entretenido de hacer en Japón, porque como te decía antes, tenemos una relación muy cercana con los fans allá, nos apoyan mucho, incluso en el comienzo de la banda, así que es genial hacer algo así por allá.
¿Sientes que Black Earth es una banda diametralmente distinta separada de Arch Enemy en todo sentido? Después de todo, ya han pasado muchos años desde lo que fueron como banda en los primeros trabajos.
Bueno, compartimos tres miembros, Sharlee (D’Angelo), Daniel (Erlandsson) y yo. No tocamos esa música con Arch Enemy en la actualidad, no tocamos los álbumes con Johan, de verdad no tocamos esas canciones, pero hay material genial ahí, y es muy entretenido tocarlo con mi hermano Christopher en guitarra y Johan en voz, suena asesino, es muy entretenido de hacer. Y sobre si es una banda totalmente por separado, supongo que sí, me gusta la idea, por algo no la llamamos Arch Enemy o The Original Arch Enemy y le dimos un nuevo nombre. Es simplemente tocar lo antiguo. Es medio complicado (risas), Black Earth es el Arch Enemy de los 90.
Ya con un nuevo álbum bajo el brazo, ¿cómo sientes este actual momento de Arch Enemy?
Definiría este momento como el más exitoso que hemos tenido, Arch Enemy nunca ha sido tan grande a nivel mundial como somos ahora. Es un nuevo nivel para nosotros, shows más grandes, todo más grande. Es emocionante y súper divertido, mucha gente está escuchando nuestra música ahora. Fue algo lento (risas), no tuvimos un éxito organizado, nos demoramos harto, tuvimos nuestro aniversario número 25 el año pasado, he pasado mucho tiempo con esta banda, es muy genial ver que tenemos una formación genial, muy humilde, sin peleas (risas), muy calmada, muy creativa y muy exitosa. ¿Qué más se puede pedir? Es como un sueño hecho realidad, supongo.
¿Sientes que hay más estabilidad con esta actual formación?
Sí, hemos tenido la misma formación desde hace… ¿seis años? 2014… ¡ocho años! ¡Mierda! Jeff (Loomis) ha estado desde 2014 también, es una locura, es probablemente la formación más duradera que hemos tenido (risas).
En abril pasado, “Wages of Sin” cumplió dos décadas de su lanzamiento. Este álbum marcó la llegada de Angela Gossow a la banda, iniciando una nueva era. ¿Qué tan importante percibes este trabajo dentro de la historia de Arch Enemy?
Muy importante, fue un nuevo nivel para la banda. Hablo de nuevo nivel a cada rato, pero fue un avance para nosotros en muchos sentidos, tenía canciones asesinas, una producción genial, fue la primera vez que trabajamos con Andy Sneap, fue el encargado de mezclarlo, sumamos a Angela a la formación, y eso tuvo un gran impacto en la escena Underground de ese tiempo. Creo que fue la primera vez en la historia del Metal que había un impacto así por una mujer cantando Metal extremo.
Sobre lo último, Arch Enemy efectivamente causó impacto al ser una de las primeras bandas de Death Metal con una mujer como vocalista. ¿Crees que fueron pioneros en ese sentido?
No, no siento eso. Fue un gran impacto porque en ese entonces no era como ahora que hay muchas bandas lideradas por mujeres, no era así, había un clima y un panorama distinto en la escena en ese tiempo. No lo sé, quizás nos recordarán por eso, pero lo más importante es tener canciones geniales, porque podrías tener una supermodelo como vocalista, pero si las canciones son una mierda, nadie las escuchará. Necesitas el paquete completo, necesitas todo, necesitas verte bien, una buena imagen o lo que sea, una vibra, y necesitas canciones geniales y material de calidad musicalmente hablando.
Tu actividad como músico comenzó hace ya varios años. ¿Qué tan diferente crees que son las cosas a nivel personal dentro de la escena?
Muchas cosas han cambiado. Empecé muy joven, a los 13 o 14, cuando empecé a tocar guitarra, partí tocando en bandas de ese tiempo casi inmediatamente. Fui desde tocar en garajes o sótanos a mis primeros shows muy underground en fiestas o clubes Punk y cosas así. Todo era muy Underground hasta que me uní a Carcass en 1990, eso también era Underground, pero era un Underground grande, con shows más grandes y con mucha gente, todavía seguía durmiendo en el piso o en la van y todo eso (risas), era el comienzo de algo más grande. Luego eso creció, buses de gira y cosas por el estilo. Fue un largo viaje, trabajé mucho para surgir desde el Underground más profundo hacia lo que sea en donde esté ahora. He visto cada club, cada escenario (risas), cada teatro, cada arena, festivales también, ha sido un viaje genial, lo he disfrutado mucho, el Metal ha sido mi vida.
Claro, Arch Enemy fácilmente puede tocar en grandes festivales o en escenarios más reducidos. ¿Cuál de esas instancias prefieres?
Depende. Me gustan los shows más pequeños, pero cuando digo pequeños me refiero entre 800 a 3000 personas, eso es lo más pequeño creo yo, eso me agrada mucho, porque sientes muy bien la energía del público, me gusta mucho, es mi rango favorito, 1500, 2 mil, por ahí, ahí de verdad puedes conectar con tu público. Cuando tocas en escenarios más grandes, en esos festivales al aire libre, es difícil conectar con tanta gente, pero puedes, ofreces mucha energía desde el escenario y de verdad sientes que te la devuelven, incluso cuando son 17 mil personas y están muy lejos. Esa es una opinión personal, en Arch Enemy hay quienes prefieren los grandes festivales, y todo eso. Disfruto ambas, me siento muy afortunado de poder hacer de las dos, hicimos diez shows en Japón con Black Earth en 2019, y fueron en locales más pequeños, con unas 800 personas, y estuvieron realmente geniales.
De hecho, la última vez que tocaron en Chile fue ante más de 10 mil personas, en un arena junto a Helloween y Kreator…
Sí, fue genial, fue muy divertido. Ustedes son un público muy intenso, los fans chilenos y latinoamericanos le dan una locura extra, así que es genial, me gusta. No me puedo quejar, sería estúpido que me quejara por tocar en grandes recintos, porque, hey, es como lo que todos quieren hacer, ¿cierto? No me quejo, solo digamos que me gustan ambas, son muy divertidas. La variedad le da sabor a la vida.
Volviendo a Chile, Arch Enemy debutó aquí allá por 1999, junto a HammerFall y, originalmente, Deicide, quienes a última hora anunciaron que no se presentarían. ¿Qué recuerdas de esa jornada?
Sí, es un recuerdo muy divertido. Fue una locura, creo que estuve borracho por tres días, descubrí el pisco en ese viaje, nunca lo había tomado. Por supuesto, ya conocía a tu colega Claudio Torres, ya nos había ayudado antes, nos apoya desde los primeros días. Andrés Padilla de Grinder Magazine también nos ha apoyado desde esos tiempos, así que muchas gracias a ellos dos por ver algo en Arch Enemy, ese apoyo temprano significa mucho al momento de estar comenzando una banda. Ese viaje fue una locura, fuimos a España y luego a Santiago, no sé si puedo hablar de todo lo que pasó (risas), pero fue muy divertido. Repentinamente, Deicide canceló durante el mismo día, iba a ser Arch Enemy, HammerFall y Deicide, y luego Deicide canceló, la gente se volvió loca, sacaban la protección cuadrada del suelo y la tiraban al escenario, fue una locura, estaban furiosos. Recuerdo que el promotor se nos acercó y nos preguntó en camarines si queríamos ser cabeza de cartel, ‘No’, le dijimos, ‘¿por qué nos preguntas? HammerFall debería hacerlo’, eran una banda más profesional en ese tiempo. Fue genial, creo que algunas personas se fueron al no estar Deicide, no lo sé, pero había mucha gente de todas formas, fue el show más grande hasta ese momento, una experiencia muy memorable.
A ya 23 años de esa primera vez, ¿cómo definirías tu relación con Chile?
Todavía tomo pisco (risas). Me gusta mucho, es genial, lo disfruto mucho, es un hermoso país y Santiago es una hermosa ciudad, lo disfruto cada vez, es un destino favorito para todos en la banda, todos siempre quieren ir a Chile. Tocamos en Antofagasta una vez también, lo cual es genial también, es bueno tocar en otras ciudades, cosa que me gustaría hacer más seguido, depende de los promotores locales. Estamos ansiosos por volver, esperamos que sea pronto.
Arch Enemy regresa a Chile este 23 de noviembre, en una demoledora fecha junto a Behemoth en el Teatro Coliseo. Entradas en Puntoticket.
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