Alain Johannes: los años de ''Euphoria Morning''
El debut solista de Chris Cornell, en voz de uno de sus protagonistas

«Chris nunca en su vida había tenido la oportunidad de estar hueveando dos días con un sonido de guitarra».
Por Felipe Godoy
El clima de humildad y familiaridad que genera Alain Johannes en sus conversaciones es algo bastante difícil de explicar y encontrar en las personas de su estatura artística. A sus 57 años, tal vez la cantidad de experiencias vividas –muchas buenas y otras muy tristes– lo hacen mirar todo con mucha calma y parsimonia, y hoy en día lo mantienen en una reflexión profunda sobre el rumbo que tomará no solo su fértil carrera musical, sino que su vida completa.
Una de las armas que usa para hacer la conversación más llevadera y cercana son las múltiples risas que suelta al final, cada vez que toca un tema importante. La entrevista lo pilla saliendo de un delicado estado de salud, pero con gran entusiasmo con sus nuevas composiciones: «Acabo de hacer ocho canciones de mi disco solista y hoy tengo que descansar un poco para poder seguir con las últimas tres. Vengo de un período bien complicado después de mi gira solista por Europa, que fue muy intensa, con ocho shows en diez días más o menos, recorriendo 12.000 kilómetros. Me agarró ese resfrío que tienen acá y tuve que quedarme en cama, después una neumonía, una bronquitis de mierda y me quedé en cama dos meses luchando por mi vida», señala riendo. «Tuve que ir a emergencia tres veces para que me pusieran respiradores y todo eso. Después de eso, tenía un compromiso con una banda italiana de punk que me estaba esperando para la mezcla, y luego empecé mi disco hace una semana. Me estoy reventando con música». Nuevamente, suelta una breve carcajada.
Me cuenta que no le quedaba otra, y que las condiciones de salud han cambiado un poco su vida por estos días. Por ahora, se refiere solo a los aspectos prácticos de este cambio: «ahora estoy caminando todos los días y estoy en un régimen para regresar con fuerza, los pulmones y todo eso, porque me toca duro ahora llegando allá el 5 de marzo a prepararme para el show de “Euphoria Morning”. Después de eso, me voy de inmediato para otros dos meses de shows en Europa. Luego mi plan es regresar a Chile para grabar el disco del Trío, que lo tuve que retrasar un poco. Pero eso viene, esperamos poder sacarlo a fin de año o el próximo».
“Hum”, el susurro
Sobre el proceso de composición de este nuevo disco, nos señala que lo ha ido armando en tiempo récord. Tal como ocurrió con “Spark” hace diez años, éste da cuenta de un estado emocional importante, aunque levemente distinto: «el disco se llama “Hum”, que significa algo así como “susurro”, y tiene que ver con eso que se percibe en la vida, que viene de otro lado, algo medio misterioso. Ese concepto yo lo tenía antes que las canciones, y de hecho tenía un par de fragmentos que había grabado y posteado en Instagram, que yo pensaba que tenían más o menos la atmósfera del disco. Pero cuando empecé a trabajar hace una semana en él, logré ocho canciones, sin tener ni una letra ni nada tan claro. Empecé con la primera canción, que es como un homenaje para Natasha y Chris, pero sin ser tan obvio, tocada en mi guitarra portuguesa, y con eso empezó más o menos el proceso. Entonces, empecé a grabar el disco en secuencia, es decir, ese era el primer tema y luego tomé un fragmento que yo sabía que tenía que ser el segundo, y ahí, esa mañana hice un arreglo, definí la melodía y la letra, y después, el tercer día en la mañana pensé, “bueno, escuchando los primeros dos temas –que ya están mezclados y donde toqué todos los instrumentos– qué es lo que pasa ahora”, o sea en el arco dramático de la historia tengo que ver qué pasa, y ahí compuse una tercera canción. Y así ha sido el proceso cada día. Ayer llegué a la octava canción y ahí me di cuenta esta mañana que en realidad necesito un día de descanso. Necesito dos o tres canciones más, así que ahora después de hablar contigo y caminar un poco, me voy a la playa y de alguna forma tiene que aparecer algo para grabarlo mañana».
¿Seguirá este nuevo material en la línea acústica e íntima de “Spark” (2010), o será un poco más ruidoso, como “Fragments and Wholes, Vol.1” (2014)? Ante la duda, Alain nos responde que: «es mucho más como “Spark”. A ver, mi vida ha sido muy… bueno, la vida de todos es muy complicada, ¿no?», nos dice, y agrega: «pero, lo que me ha tomado bastante tiempo es enfocarme en mí mismo, después de estar acostumbrado a siempre estar en un contexto con Natasha, mi familia y mis amigos. Me encuentro ahora viendo qué es lo que quiero crear, qué es lo que quiero vivir. Quiero crear más, hacer más discos, hacer más giras y me encuentro con problemas de salud, envejeciendo y todo eso. Entonces mucho más enfocado, no de una forma egoísta, sino de una forma que la gente comúnmente lo hace, y que yo nunca experimenté. Entonces este disco es como un catálogo, diez años después de “Spark”, de lo que es mi vida, lo que es mi diálogo interno y mi mirada espiritual. Pero al mismo tiempo, son solo canciones, ¿no?». Por supuesto, vuelve a soltar una risa después de tamaña declaración.
La honestidad con la que se escucha a Alain es siempre una invitación a conocerlo un poco más. Sus respuestas parecen ser llaves a su intimidad, a su relación con la música. «Es algo muy necesario para mí, para definirlo, y también para… verlo en frente de mí tan real y tan en bruto. No estoy enfocado en que la guitarra o la voz sean perfectas, solo la energía de ese momento. Entonces claro, creo que parte de mí quiere componer canciones un poco felices también o con temáticas más abstractas o desde una tercera persona, pero todavía no lo logro, o sea, cuando me meto en la música todavía me sale así. Pero creo que esto me va a ayudar a moverme hacia delante».
“Hum” debería aparecer en agosto o septiembre por Ipecac Records, el sello de Mike Patton, quien ya escuchó lo nuevo de Johannes. «Mandé los ocho primeros temas y Mike me mandó de vuelta un muy lindo texto diciendo que le encantaba el disco. Porque él es el presidente del sello, es mi “boss”», señala.

Now is the word: el momento de Alain Johannes Trío
A mediados de 2018, nos enteramos que Alain Johannes Trío, la banda que completan los hermanos Felo y Cote Foncea, tenía intenciones de entrar pronto al estudio a grabar su primer disco, y nos entregaron como adelanto el single ‘Luna a sol’, donde también participó Mike Patton. Sin embargo, la propuesta desapareció de la luz pública desde entonces. «Regresando de Chile el año pasado en marzo, teníamos un par de temas más que ‘Luna a sol’, pero no habíamos logrado mucho, por distintas circunstancias, todos ocupados, y regresando, me di cuenta de que, aunque era el plan en ese momento, yo estaba en otro lado, tenía que realizar este disco solista. Traté de empezar, pero ahí la salud empeoró, tuve que cambiar mi régimen de vida. Y ahí bueno, pasados esos dos o tres meses pasó todo lo que ya te conté. Después de la nueva gira por Europa y volviendo en mayo o junio a Los Ángeles, veremos cómo andan los tiempos con los muchachos, porque necesitamos un par de meses. La idea es que los tres tengamos bastante tiempo, que estemos juntos todos los días viviendo, porque lo que me interesa del Trío es que no son “mis músicos”, los tres somos un poder creativo. Entonces para eso se necesita estar presentes y no intercambiarse temas por e-mail». Le pregunto si acaso, éste sí, sería un trabajo más parecido al sonido eléctrico de Eleven, que es lo que comúnmente el trío muestra en vivo: «sí, exactamente. Como logré sacar toda esa parte más folk y contemplativa de mi proceso creativo en este disco solista, me dio mucha más libertad para lo que podamos lograr los tres juntos. Es alucinante la forma en que hemos crecido como banda. Desde que decidimos que íbamos a ser un trío y Felo se decidió a tocar el bajo en el moog y todo eso, de ahí cada vez fuimos creciendo más, y ahora va a ser muy interesante, desarrollando la presentación del “Euphoria Morning”, explorar esa parte que fue un período muy creativo de Chris, Natasha y yo en la grabación de ese disco”.
Sweet euphoria: el momento mágico de Alain, Natasha y Chris
Grata sorpresa para los fanáticos de Cornell fue enterarse del núcleo conceptual del show que dará Alain Johannes Trío en este Lollapalooza. Según nos cuenta Johannes, surgió de una idea conjunta entre él y los miembros de la productora Lotus, quienes se encargan de organizar el festival en Chile. «La idea no es hacer un cover o tributo, es explorar esas canciones de una forma que sea nuestra propia piel, no solamente una copia del disco porque eso ya se ha escuchado y, honestamente, no existe una persona en el planeta que pueda cantar al nivel de Chris, entonces no vamos a estar tan locos como para intentar eso. Vamos a tener invitados también, porque ese disco tiene muchas texturas, los arreglos son muy multidimensionales. Pero nada de pistas o samplers, eso te lo aseguro».
Al parecer, el tributo a Chris Cornell realizado a inicios de 2019 en Los Ángeles fue un importante catalizador para el forjamiento de este show. «La idea original fue como una combinación, nosotros siempre al principio hablábamos de la posibilidad de tocar algún tema del “Euphoria” en nuestro set. Cuando falleció Chris, yo toqué esa versión de ‘Dissapearing one’ y poco a poco fui tocándola de vez en cuando. Es lindo tenerla en el set, no solo como homenaje a Chris, sino también como recuerdo de esa parte de nuestra historia creativa. Bueno, y Seba de Lotus tuvo la idea de hacer algo interesante, porque yo acabo de ser parte del tributo que se hizo acá en el Forum, donde hicimos ‘Dissapearing one’ con Nikka Costa y después con Stone, Jeff y Matt Cameron tocamos ‘Can’t change me’ y ‘Preaching the end of the world’. A partir de eso, hablamos de hacer un tributo en Lolla. Entonces, la idea central y básica es Alain Johannes Trío interpretando esas canciones, hay un par de posibilidades de tener invitados, pero todavía no se ha concretado nada», cuenta, pero va más allá al adherirle parte de la historia que tuvo el primer disco solista de Cornell: «lo importante es que estamos honrando esa época. Siendo parte de ese disco, con esa idea básica, creo que alcanza, porque incluso Chris en sus giras solistas, después de ese período, no tocó muchos temas de ese disco porque, definitivamente, la presencia de Natasha y mía era muy importante. Entonces, cuando él hacía ‘When I’m down’, siempre agarraba el vinilo con el piano de Natasha para cantar con él».

Como para seguir profundizando en las historias que atesora un álbum tan relevante como “Euphoria Morning”, Alain nos cuenta sobre su canción favorita: “es difícil, porque está todo conectado como un solo arco dramático, pero a mí me encanta ‘Dissapearing one’, con Matt Cameron tocando batería. También me acuerdo muy bien de cuando grabamos ‘Wave goodbye’ y la forma en que la cantó honrando a Jeff Buckley. Esa me encanta porque vi el proceso de Chris encontrando otro lado de su voz así medio falsetto. Y bueno, todos los detalles en las guitarras, él tocó todas esas guitarras en wah wah, era increíble como guitarrista. Me acuerdo que, como no había presión y teníamos todo el tiempo del mundo ahí en nuestra casa (el estudio 11AD), Natasha se terminó enojando un poco después de días de “esta guitarra con este efecto y esta otra con este otro” (risas), y es que teníamos tantas opciones… Él tenía todo su equipo en dos camiones, más todo nuestro equipo que copaba la casa y nunca en su vida el había tenido la oportunidad de estar hueveando dos días con un sonido de guitarra. Natasha, que siempre estuvo más enfocada en el arreglo y la música, o sea, en la parte pura, bueno, se enojó y se fue caminando a algún lugar, no sé (risas). La cosa es que logramos una buena combinación de guitarras y efectos, y un wah wah de los 60, con un Colorsound, con un poco de su Marshall. Ese proceso fue muy interesante”.
Los años de “Euphoria Morning” fueron clave en la carrera de Alain Johannes y Natasha Shneider. A partir de ahí, se vincularon con mucha gente con la que seguirían trabajando por los próximos años y, sobre todo, tomaría forma el Estudio 11AD y la carrera de Alain como un productor fundamental del rock alternativo de los próximos 20 años.
Por supuesto, la historia es increíble: «empezamos grabando “Avantgardedog” (2000) con Eleven antes que “Euphoria”, pero salió después. Se grabó el 96 o 97. Lo que pasó es que cuando terminamos la gira con Soundgarden, llegamos a casa y bueno, Jack (Irons) ya estaba con Pearl Jam y nosotros teníamos un grabador de ocho pistas y un equipo bastante humilde. Cuando Soundgarden se separó la primera vez, Chris se quedó con nosotros un rato, mientras estábamos preparando nuevas canciones para el próximo disco de Eleven, pero en ese tiempo no teníamos disquera ni nada, estábamos ahí en casa con nuestro nuevo baterista Greg Upchurch. Un día, Chris invitó al presidente de A&M a visitarnos, preparamos cena y la idea era que escuchara nuestras canciones. Ahí nos ofreció un contrato por 200 mil dólares, que en esa época era más o menos normal, ni mucho ni poco. Natasha y yo le preguntamos si podíamos ocupar ese dinero entero para comprar equipos de grabación. Eso nunca había pasado en la historia del mundo ni de los universos paralelos, en ningún lugar, porque siempre ellos preferían arrendar equipos en vez de comprar. Entonces él dijo: “¡Ah! Qué locura, es una idea totalmente loca. Me encanta, ok, vamos”. Y ahí compramos los equipos para grabación, o sea, de todo: Neve, API, Neumanns, y con eso grabamos “Avantgardedog” gracias a Chris. Ahí nació el Estudio 11AD. Cuando estuvo listo, él dijo “bueno, vamos a grabar el disco acá”».
El relato de esos fascinantes años es adictivo. Es como si Alain abriera una caja de recuerdos y se pusiera a contarla como una novela musical. «Todavía uso mucho esos equipos. Fue una historia bien increíble, porque pasó que terminamos “Euphoria Morning” y el presidente y el A&R del sello nos dijeron: “oye, ustedes se tienen que concentrar en hacer la gira y todo eso, ¿es posible que podamos sacar “Avantgardedog” después de la gira con Chris?” Y nosotros dijimos: “ok, absolutamente sí”. Entonces ya estaba listo el disco, antes de “Euphoria”, y ahí apareció la mala suerte de Eleven con el business y los sellos. Estábamos alistándonos para lanzar el disco y, de repente, A&M fue comprado, se acabó de un día para otro y ya no iba a existir más en esa forma. Entonces, ahí tuvimos que esperar casi un año y medio, hasta que los nuevos dueños escucharan el disco y decidieran sacarlo. No hubo nada de promoción. Pero lo bueno de eso, es que ahí conocimos a Josh y Queens of the Stone Age, y empezó toda esa otra parte de nuestra historia».

Tags
Ultimos Contenidos
Back 2 School estrena ''Cada Segundo'', una invitación a vivir en el presente
Lunes, 27 de Noviembre de 2023