Nile

2024 - Napalm Records

 

Estamos en 2024, y si hay una banda que aún no baja el cambio a su aniquilante propuesta sónica de irrestricto death metal, esa es Nile. Así se siente escuchar “The Underworld awaits us all”, desde su asfixiante comienzo en ‘Stelae of vultures’, a partir de donde identificamos los elementos que han hecho de Nile un baluarte del death metal técnico americano de fines de los noventa. Recordemos que su debut fue en 1998, del cual solo sobrevive su guitarrista y líder Karl Sanders.  

 

Desde ahí a la fecha cambios de integrantes existieron en las huestes de la banda, sin embargo, mayor reconocimiento le dio el paso del tiempo a los discos en los que grabó Dallas Toler-Wade (guitarra, voz), desde “Black Seeds of Vengeance” (2000) a “What Should Not Be Unearthed” (2015), así como también la entrada y vigencia de George Kollias en los parches desde “Annihilation of the wicked” (2005) a la edición de "The Underworld Awaits Us All". Él, junto a Sanders, son Nile y ese sonido que no claudica en intensidad ni ejecución que sigue plenamente presente en su nuevo álbum, que también grabó Brian Kingsland (guitarra), quien anota su segunda grabación tras “Vile Nilotic rites” (2019).

 

‘Naqada II Enter the Golden age’ y ‘Chapter for Not Being Hung Upside Down on a Stake in the Underworld and Made to Eat Feces by the Four Apes’ –largo título- son feroces muestras de que la técnica y brutalidad están en vigencia. ‘The Pentagrammathion of Nephren-Ka’ baja un poco las revoluciones a través de clásicas escalas orientales con mucho tritono y semitono, interesantes puntos de inflexión de un disco en el que Nile quiere seguir demostrando que los matices con otras tendencias no irán con ellos, aunque estemos bajo la amenaza de las peores plagas que cuentan las leyendas egipcias. Curiosamente, en ‘Overlords of the Black Earth’, ‘Doctrine of the Last Things’ o ‘True Gods of Desert’ la velocidad baja un poco y se percibe algo de la mano del Morbid Angel de los noventa, con pasajes algo más lentos, tremendamente arrastrados, pero siempre intensos. 

 

Quizás para algunos fanáticos de la banda, el legado y punto alto de Nile está en los discos que editaron junto a Dallas Toler-Wade, como también hay otros que reafirman que ese legado continúa con cierta benevolencia su permanencia, con trabajos que, si bien siguen extremos, están carentes de ese elemento nostálgico que sienten algunos cuando ven cómo el paso del tiempo los distancia de los álbumes que marcaron su historia con la banda. Lo seguro es que Nile con “The Underworld Awaits Us All” se anota con otro larga duración que deja su nombre y legado como uno siempre trascendente en el brutal death metal, mucho más allá de cambios de integrantes y el irremediable paso de los años.

 

Nelson Silva A.