Michael Jackson

1982. Epic Records

¿Qué se puede decir del álbum más vendido de la historia? Una placa icónica que no solo marcaría un antes y un después en la carrera del propio Michael Jackson, sino también el mundo de la música en general. “Thriller” llegaría a revolucionar la manera en la que se hacía, se promocionaba y se escuchaba la música, agitando el piso de una industria que en los 80 ya cosechaba grandes éxitos de tremendos artistas, pero nada como lo que sería este nuevo fenómeno.

Para este auténtico clásico, y ya hablando de números, Michael Jackson junto al productor Quincy Jones, levantaron alrededor de 30 canciones de las cuales solo 9 de ellas pasarían a ser parte de esta placa, en un arduo y pulcro trabajo de selección. Y de aquellas pistas que lograron superar la línea de corte, 7 fueron lanzadas como singles promocionales e hicieron suyo un espacio dentro de la frecuencia modulada. En otras palabras, armado con su icónico guante blanco de lentejuelas, Michael Jackson entregó al mundo un disco compuesto en su totalidad por grandes éxitos que perdurarían en el tiempo, siendo parte de una visita obligada para cada nueva generación de aficionados a la música.

Con Jones en las perrillas, quien ya había trabajado con Jackson para su anterior álbum, “Off The Wall” (1979), tenían en mente el alejarse del sonido disco que habían abordado para aquel larga duración. Para Jackson, aquella placa no obtuvo el reconocimiento que merecía, convirtiéndose en la astilla en su zapato que lo dejaría sumamente insatisfecho, razón que alimentó la idea de crear un trabajo revolucionario, único, una experiencia que los críticos no podrían pasar por alto. Enfocándose únicamente en aquella meta, la sexta placa de estudio de Michael Jackson demoró tan solo siete meses en ver la luz y, como resultado final, se obtuvo el sonido que hoy todos conocemos, una propuesta que oscila entre el pop, el funk y el R&B con algunos guiños al rock.

‘Wanna Be Startin’ Somethin’, la pieza que da inicio a este álbum, fue originalmente escrita para la hermana Jackson, La Toya, pero finalmente Michael se decidió por hacerla propia y grabarla en 1978 para ser parte del anterior “Off The Wall”. Sin embargo, por esas cosas del destino, no se incluyó en la playlist de aquel álbum y se convirtió en la transición perfecta de una placa a la otra. La segunda parada de este álbum, ‘Baby Me Mine’, fue escrita por Rod Temperton, nombre tras la composición del éxito, ‘Rock With You’. Esta pista, que inevitablemente regresa a algunas sonoridades de la música disco, junto a la balada ‘The Lady In My Life’, son las únicas piezas dentro de la lista que no lograron posicionarse como single promocional para este álbum.

Continuando con la sexta entrega del Rey del Pop, es el turno del primer single promocional, ‘The Girl Is Mine’. Fue la grabación de esta pieza la que marcó la fecha de inicio de las sesiones de estudio en Westlake Recording Studios en Los Ángeles. Esta balada rock cuenta con la colaboración del gran Paul McCartney y no solo se ganó un puesto dentro de los Billboard, sino que además se convirtió en una de las canciones favoritas de Jackson al momento de grabar. Y, como si esto fuera poco, la pieza además contó con la participación de algunos miembros de Toto; David Paich, Jeff Porcaro, Steve Lukather y Steve Porcaro, quienes además hacen varias otras apariciones a lo largo de este álbum.

Y es momento de aquella pista que cambiaría la historia, una pieza que logró rehacer las reglas en cuanto a promoción musical. Presentada con un cortometraje promocional de 14 minutos que sentaría nuevas bases para la industria del videoclip, es responsable además de una fiebre por reproducir la icónica coreografía de baile interpretada en aquel video, y es que ¿quién no ha intentado bailarla alguna vez en su vida? Sí, estamos hablando de ‘Thriller’, la teatral canción que da nombre a este álbum y que en algún minuto tuvo los títulos de ‘Starlight’ y ‘Midnight Man’. Escrita por Temperton y grabada por Jackson, la pieza es una mezcla de disco y funk que busca transmitir la atmósfera vista en las películas de terror de la época, contando incluso con una secuencia narrada por el actor de terror, Vincent Price. Este fenómeno cultural, que fue el último single lanzado para el álbum, es sin duda un éxito transversal entre generaciones, cuya importancia lo mantiene vigente en los primeros lugares las listas especializadas de música de todos los tiempos, e incluso llevando su video promocional a ser el primer material musical en ser incluido en el Registro Nacional del Cine de Estados Unidos como tesoro cultural en 2009.

Y le sigue otro éxito indiscutible, ‘Beat It’, canción que da la bienvenida al lado b de esta placa con un sonido hard rock que hace quiebre con lo anteriormente propuesto en el disco. Cautivando al oyente desde que comienza aquel emblemático riff de guitarra, esta pista cuenta con arreglos y un solo en las seis cuerdas a cargo de, nada más y nada menos, Eddie Van Halen. Con un claro mensaje en contra de las pandillas y la violencia, esta pista uptempo introduce además algunos de los pasos de baile más icónicos de Michael Jackson en su video promocional.

A continuación, un beat de batería inconfundible, las corcheas del hi-hat en cuatro cuartos que simplemente guían a un golpe de bombo seguido de uno de caja y repite, así hasta el infinito. Hablamos de ‘Billie Jean’, una de las pistas más conocidas dentro de la trayectoria de Jackson que nos entregó además uno de los pasajes de bajo más famosos de la historia de la música popular, resultando así una pista que combina el R&B, el funk y el dance-pop. Este éxito del Rey del Pop se basó en las acusaciones de algunas groupies en contra de sus hermanos mayores y contó con más de 10 millones de copias vendidas en todo el mundo, convirtiéndose así en uno de los singles más vendidos. Sin embargo, durante las sesiones de grabación de esta canción hubo alguna que otra diferencia creativa entre Jackson y Jones. Este último quiso cambiar el título a ‘Not My Lover’, ya que creía que el nombre se prestaba para confusiones con el tenista Billie Jean King, y además sentía que era una pieza floja, que no debería estar presente dentro de este álbum, opiniones contra las que Jackson se mantuvo firme y sería solo cosa de tiempo ver cómo este éxito reventaba las listas a nivel mundial. Y sería en la presentación en vivo de ese mismo éxito para el especial de televisión Motown 25: Yesterday, Today, Forever que Michael Jackson presentó al mundo lo que pasaría a convertirse en una especie de firma personal: el guante de lentejuelas blancas y el afamado moonwalk.

Acercándonos al final de esta placa, es momento de ‘Human Nature’. La balada escrita por el tecladista de Toto, Steve Porcaro, junto a John Bettis, hace presencia con una lírica introspectiva inspirada en un suceso vivido por la hija del propio Porcaro. Le sigue el suave R&B que fluye por los compases de ‘P.Y.T. (Pretty Young Thing)’, que cuenta además con la participación de las hermanas de Michael, Janet y La Toya, y la cual nunca fue interpretada en vivo por Michael. Esta pista es, por así decirlo, el último punto álgido del álbum, ya que le continúa la balada ya mencionada ‘The Lady In My Life’, que pasa casi desapercibida dentro de “Thriller”.

Polémicas aparte, estamos frente a un álbum revolucionario y que se convertiría en un punto de inflexión en la carrera de Jackson. La ambiciosa visión del artista lo llevó a crear el que quizás sea el mejor trabajo de su carrera, y de paso lo convirtió en el disco más vendido en la historia. Un récord no menor al cual se le suman los muchos y revolucionarios cambios que significaría su lanzamiento y posterior promoción dentro de la industria musical de los 80, siendo responsable del nuevo rumbo que tomaría el concepto del single promocional de la mano con la producción de los videoclips. Reformas que vinieron de la mano con algo mucho más profundo e importante como lo fue derribar las barreras raciales que existían para los artistas de color en aquella época, en donde su inluencia significó incluso la reforma en la línea editorial de MTV, quienes además de expandir su vitrina e incluir mayor cantidad de artistas afroamericanos en su programación, volcaría mucho más su atención en la música pop. Una seguidilla de actos que terminarían por hacer que la rentabilidad del mundo de la música despegase como hace mucho tiempo no sucedía. “Thriller” no es solo un título que resuena como sinónimo de buena música y un indispensable dentro de la cultura pop, es también pieza importante en el pavimento del camino que conduce al mundo como hoy lo conocemos, y todo esto tiene nombre y apellido: Michael Jackson.

Fernanda Hein