Velvet Chains

2022. Symphonic Distribution

Velvet Chains ha demostrado un gran potencial de éxito. Si bien su primer álbum, "Icarus" (2021), ofrecía una propuesta fresca y novedosa, se notaban baches al momento de componer, donde eran notorias sus influencias extraídas de la época dorada del hard rock. Es por eso que esta segunda producción podía ser una gran oportunidad para escucharlos con el crecimiento adquirido y la inquietude de buscar un sonido propio. Para ello, necesitaban hacer cambios en la maquinaria. Junto con el chileno Nils Goldschmidt (bajo) y el brasileño Laurent Cassiano (guitarra líder), aparecen como nuevos integrantes Jason Hope (batería), Larry Cassiano (guitarra rítmica) y otro nacional, Ro Vipper (voz). Además, tomaron la decisión de trabajar con productores diferentes, argumentando que esto les permitiría experimentar con mezclas y sonidos, y así lograr un sonido auténtico. Así, pasaron Kane Churko –quien tiene en su currículum colaboraciones con Ozzy Osbourne, Papa Roach o Disturbed – y la dupla de productores Darren Trentacoste y James Boldt. Esto no terminó afectando demasiado el resultado, ya que tiene coherencia creativa y sonora, influyendo en cómo la banda fue guiando el proceso.

Ya en el primer track podemos ver la energía rockera. 'Back on the Train' es un verdadero golpe en la cara, con riffs de guitarra, líneas de bajo y batería pesadas y machacantes, notando su gusto por el hard rock ochentero, tanto en estética como en sonido. Añadismos a lo anterior un solo de guitarra que nos hace recordar los mejores tiempos de bandas como Guns N' Roses. La nostalgia por el rock noventero continúa en 'Last Drop' y 'Can't Win'. Esta vez, el radar se instala en el grunge, donde podemos ver referencias a Soundgarden o Alice in Chains. 'Last Drop' funciona muy bien como balada, con una base musical calmada y estable. En 'Can't Win' se presenta una base de guitarra y batería que acompañan muy bien su letra agónica y desesperanzada. Mención aparte se merece la interpretación de Vipper, sobre todo en los estribillos, exponiendo su crudeza junto a explosivos riffs. Lo nostálgico acaba en 'Hiding from the Stars'. Esta tiende a recordar propuestas de rock más recientes como The Killers. Un potencial single.

'Time Stood Still' abre con una interesante psicofonía de guitarras y cuidadas líneas de sintetizador, que van creciendo a medida que la canción avanza, explotando en los coros. Funciona bien como un intermedio. El último track es 'Fade Away', reflejo de la sombra grunge en letra y temática, sobre todo en el Pearl Jam del "Ten".

"Morbid Dreams" es una producción interesante, donde sí se puede ver una evolución, especialmente en su orientación temática, pues no parece una compilación de canciones inconexas. Además, el cambio de integrantes posiblemente ayudó a que este trabajo tenga un sonido más comprometido y centrado. La experiencia previa como banda de covers también le juega a favor: saben cómo combinar sus influencias, agarrar sus características y fundirlas para crear obras nuevas, siendo algo importante de mencionar, pues en general, las canciones se sienten frescas. Al mismo tiempo, dominan y entienden la interpretación cruda y vibrante que necesita el rock.

Giordano Antonelli Villavicencio